Donde hace poco más de ocho años había almendros y algarrobos, hoy hay vides. 20 hectáreas de plantación de una mezcla de variedades de uva procedente de Burdeos: Cabernet Sauvignon y Merlot, en su mayoría. A los pies de la Serra de la Tramuntana hoy se levanta orgullosa la Bodega Son Mayol que ayer abrió sus puertas a la prensa para dar a conocer sus primeros caldos.

En una visita guiada por la directora técnica y enóloga, Marie Barbé, junto a Juan Nadal, administrador de la finca y Juan Luis Pérez de Eulate, de La Vinoteca -distribuidora en exclusiva de los vinos Son Mayol- el celler se descubre como un ejemplo de diseño sostenible y responsable con el medioambiente, de hecho, la bodega se encuentra bajo tierra, para evitar el impacto visual. Todo obra del arquitecto Javier Campos. Sólo un ejemplo: es capaz de producir gracias a sus placas solares más de un millón de megavatios anuales. Regenera además todo el agua que se utiliza en la finca. En total, la inversión supera los seis millones de euros.

"Nuestra idea desde el principio ha sido la de hacer vinos de gran calidad. Por eso tenemos muy presente todos los detalles. Desde cómo cosechamos y recogemos hasta cómo los embotellamos. Nada se deja al azar", explicó Barbé. Que el reputado enólogo Patrick León, responsable entre otros caldos, de los Chateau Mouton Rothschild, visite cada mes la bodega para supervisar los vinos, es otro plus más para este celler mallorquín.

La primera producción, del año 2014, ha dado como resultado 7.000 botellas de tinto, dos mil de las cuales se distribuirán en la isla. El resto, a países como Suiza y Austria. La producción irá en aumento año tras año tras alcanzar, las 22.000 botellas en el 2018. También se irán introduciendo los blancos.

El primero de los caldos descorchados ayer fue el Premier Vin. 50% Cabernet Sauvignon y 50% Merlot. Tras una crianza en barrica de 12 meses, en boca se presenta algo afrutado, muy fácil de beber, sexy y femenino. Muy para aperitivos. Su precio, unos 45 euros.

Pero la joya de Son Mayol es, sin duda, el Gran Vin. Considerado ya el "vino más caro de Mallorca" -más de 70 euros la botella-, está elaborado con un 60% de Cabernet Sauvignon y un 40% de Merlot. Se trata de un caldo muy complejo en su estructura y su sabor.