­El vicepresidente primero y conseller insular de Cultura, Francesc Miralles, y la consellera de Modernización y Función Pública, Carmen Palomino, han acordado elaborar un plan director de usos culturales de la Misericòrdia, a las puertas que se inicie la segunda fase de reforma del edificio. El objetivo es consolidar este espacio como centro cultural de referencia de la institución insular por encima de los usos administrativos.

El Consell ha explicado que, en un momento en el que el proyecto básico y de ejecución de la segunda fase de reforma del edificio de la Misericòrdia ya está redactado y se está tramitando el proyecto de actividades, desde el departamento de Cultura se ha detectado la necesidad de definir a qué usos se destinarán los espacios nuevos que se recuperarán.

Según Miralles, su apuesta "quiere convertir la Misericòrdia en un verdadero centro cultural en pleno centro de Palma y, por eso, queremos detectar cuáles son las necesidades que tiene en cuanto a espacios expositivos y en cuanto a otros servicios como la Biblioteca de Cultura Artesana y el Archivo del Sonido y la Imagen, entre otros". Palomino abunda en que uno de sus objetivos es integrar el patrimonio del Consell en beneficio de los ciudadanos.