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Calas en el quinto pino

La recompensa al esfuerzo físico es un trozo de mar sin masificación / No hace falta cruzar la isla para darse un baño. Más lejos no significa mejor

Calas en el quinto pino

La recompensa al esfuerzo físico es un trozo de mar sin masificación

La sensación que se experimenta al observar esa recóndita cala alejada de las hordas de bañistas de las playas masificadas bien vale una caminata. Lo mejor siempre se hace esperar y requiere esfuerzo. De paso descubrimos esos rincones de la isla que desconocemos más allá de la Vía de Cintura. Las calas se han convertido en uno de los pocos refugios para guarecerse del aluvión turístico. Eso sí, procuremos no dar mucha publicidad sobre la localización de ese trozo de roca y mar recién descubierto para que no sea invadido.

No hace falta cruzar la isla para darse un baño. Más lejos no significa mejor

"Os voy a llevar a una cala preciosa. Hay que

andar un poquito, pero vale la pena". Activen las alarmas, no se dejen engañar. El "poquito" por andar suele ser una etapa de guía de excursionismo, y la "cala preciosa" estará para cuando lleguen llena de turistas que la descubrieron antes que ustedes, y con piedras suficientes para que tumbarse al sol sea una misión imposible. Así que si el objetivo es nadar y broncearse, más vale un lugar a mano, que no va a ser mejor solo por estar más lejos. Para el montañismo ya habrá tiempo en otoño.

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