La conciencia ecológica y la alimentación saludable también han atrapado a los chiringuitos de las playas mallorquinas. Desde hace ya unos años, muchos de ellos han reformulado sus cartas para ofrecer todo tipo de productos frescos, bajos en grasas o adaptados para celíacos para evitar cualquier factor que impida disfrutar de su cocina. Asimismo, han llevado a cabo iniciativas para la conservación de las playas y la reducción del consumo de energía. Entre estos establecimientos, se encuentra el chiringuito de la playa de Muro Can Gavella, famoso por la particularidad de poder comer con los pies sobre la arena de la propia playa. Desde la cocina del local destacan que sus platos estrella se componen de vegetales, pescado, y marisco fresco, como sardinas, calamares, gallo de San Pedro o pulpo, y pueden acompañarse de su carta especial de vinos de Mallorca.

A escasos metros de éste, se localiza el Ponderosa Beach Club, otro establecimiento que se suma a esta propuesta de "chiringuito ecológico" sin renunciar a su característico estilo hippie. Este club de playa de coloridas persianas y sombrillas con abalorios, no ha adquirido su popularidad solo por el ambiente que crea, sino también por el compromiso medioambiental que lleva integrado en su filosofía. Su carta se basa en el concepto de kilómetro 0, lo que significa que los alimentos que se utilizan para la elaboración de los platos se obtienen directamente de los productores locales más cercanos y son principalmente ecológicos. Al mismo tiempo, participa en proyectos solidarios dedicados a la educación y al desarrollo en Ghana (África), a través de la venta del Lemon Pie, un postre cuyos beneficios van destinados, en parte, al desarrollo del cultivo y la producción sostenible de moringa, una especie de árbol de múltiples usos, por parte de los productores locales.

En la virgen playa de Cala Torta, en Artà, se encuentra el clásico chiringuito Bar Cala Torta, el único local del lugar, conocido principalmente por sus platos de pescado, aunque también ofrecen platos variados. Uno de los socios del chiringuito, Joan Lliteras, asegura que aunque el pescado sea congelado es de muy alta calidad y cada mañana se limpia con el agua de la playa, de ahí que parezca fresco".

Ubicado en la cala de Deià, en plena Serra de Tramuntana, se encuentra el chiringuito Ca's Patró March, el más distinguido de la zona. El local está situado entre las casas de los marineros y es conocido por sus platos de pescado fresco capturados por pescadores locales y su parrillada de marisco, además de por sus espectaculares vistas.

Un sitio genial para tomar una copa o una sangría de champán y frutas frescas después de ir a la playa es el Roxy Beach Club, un establecimiento situado en la playa de l'Oratori, popularmente conocida como Portals Nous. El chiringuito está abierto hasta las 22.00 horas y se encuentra encima del puerto de embarcaciones, por lo que existe la opción de acceder a él en lancha o moto acuática.

Recetas veganas y sin gluten

También situado en Calvià, concretamente en la playa de na Nadala de Palmanova y en primera línea de mar, se encuentra Il Chiringo. Se trata de un club de playa que se ha convertido en una especie de institución para muchos residentes y visitantes de la isla, conocido por sus platos de pasta, pescado, paella o por las parrilladas. El responsable del local apunta que ofrecen recetas saludables de todo tipo, que van desde platos de pasta, como el ravioli negro relleno de bacalao con salsa de mejillones y brócoli, hasta platos vegetarianos o sin gluten, como la lubina al horno con alcachofas y jengibre.

Il Chiringo también ofrece cócteles sin alcohol, como el san francisco, el mojito o el daikiri, así como batidos de frutas, y además anima el ambiente por las tardes-noches con sesiones de djs en directo.

El último punto de la ruta corresponde al bar-restaurante Francisco i Jaume, instalado en la playa de El Dolç, en Ses Salines. En este chiringuito se recicla, se utiliza menos aceite para elaborar las comidas, se va en bici a trabajar, hacen campañas de limpieza de la playa y participan con las iniciativas ambientales del Ayuntamiento de Ses Salines. Esta propuesta ha motivado que el establecimiento fuese distinguido por la Fundació Biodiversitat como "chiringuito responsable" en 2014, y un año después recibiera el certificado europeo EMAS por su gestión medioambiental. Pero no solo es reconocido por su compromiso con el entorno, sino que también destaca su cocina por ser fresca, basada en la filosofía de kilómetro 0, y porque utiliza productos de temporada con los que se elaboran platos típicos de la cocina mallorquina.