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Verano

Vacaciones agitadas

Caras conocidas de Mallorca cuentan algunos momentos inolvidables de sus días de descanso - El humor y el pánico han sido protagonistas en sus relatos veraniegos

Vacaciones agitadas

Hospedarse en el único hotel de la isla que tiene luz eléctrica, que te persigan admiradores pensando que han hecho la mili contigo, encontrarte con una macromanifestación de ideología nazi o sorprenderte al encontrar a otros turistas mallorquines a la otra punta del globo terráqueo son algunas de las situaciones extravagantes que pueden ocurrir durante las tan ansiadas vacaciones.

El disc jockey mallorquín Juan Campos cuenta a DIARIO de MALLORCA que ha tenido la suerte de poder viajar mucho a lo largo de su vida, lo que le ha permitido vivir episodios inhabituales y un tanto extraños. "Un 1 de mayo de hace 23 años -relata- me fui con mi mujer de viaje a París. Allí era el Día del Trabajador, igual que en España. Nosotros cogimos un taxi para llegar a la Basílica del Sagrado Corazón, en el centro de la ciudad. Cuando bajamos nos encontramos que en la plaza había una manifestación. A la izquierda estaban colocados todos lo partidarios de la ideología de extrema derecha, y a la derecha todos los marroquíes de París. Nos encontramos con cientos y cientos de policías. Quisimos preguntarle a la policía por dónde nos podíamos marchar, pero pasaban de nosotros. No sabía cómo salir de allí. Estaba acojonado. Aunque nosotros teníamos un mapa, había muchos kilómetros por recorrer y no encontrábamos ningún taxi. Todos los parisinos sabían que se estaba produciendo esa manifestación menos los dos tontos de Mallorca. Así que nos juntamos con gente que parecía ´normal´, es decir, que no estuvieran participando en ningún lado de la manifestación, y nos fuimos corriendo. No había tenido nunca tanto miedo en un viaje como sentí en ese momento en el Sagrado Corazón".

"A causa del susto -continúa Campos-, no he vuelto a pisar la ciudad de París en esas fechas. Y no la volveré a pisar nunca más en mi vida durante el puente del Día del Trabajador".

Las "aterradoras" vivencias de Juan Campos son difíciles de superar. Pero Agustín El Casta también tiene algunas anécdotas que relatar, que no siempre forman parte de su particular ficción. De este modo explica sus vacaciones más esperadas.

"El viaje de mi vida era ir a conocer el hielo a la Patagonia Argentina. Quería ver al menos una vez en mi vida los glaciales. Como era un viaje que quería hacer con mucha ilusión y no encontré a nadie para que me acompañase, me adentré en la aventura yo solito. Allí cogían trocitos de hielo que se habían despegado de los propios glaciales y te los ponían dentro de la copa. Así que tenías el placer de beber un whisky con cubitos que se habían formado hace cinco mil años. Solamente fue llegar al barco y me encontré con tres matrimonios que me miraban fijamente. Vosté és qui jo me pens?, me preguntaron. Y yo asentí. Así que emprendí la aventura de mi vida solo pero acabé acompañado de tres matrimonios mallorquines mayores maravillosos. Ese fue el viaje de mi vida. Igual que digo en mi espectáculo: hasta el fin del mundo con Mallorca!", exclama El Casta.

Y es que las personalidades mallorquinas son muy queridas por los isleños. Algo parecido le ocurrió a Joan Carles Bestard, más conocido por su alter ego Madò Pereta. Aunque últimamente ha tenido pocas vacaciones, también tiene anécdotas que contar que ocurren en los sus propios espectáculos.

"En una de mis actuaciones me encontré con una situación un poco incómoda pero al mismo tiempo graciosa. Mucha gente me conoce y cuando termina mi actuación me vienen a dar la enhorabuena. Pues en esta actuación, un hombre se me acercó para darme la enhorabuena. Entonces fue cuando me preguntó si yo me acordaba de él porque, según el señor, hicimos el servicio militar juntos. Yo, por no alargar más la conversación, le di la razón. Pero eso no puede ser nunca verdad por dos razones diferentes. Primero de todo, porque por la edad en la que me presentan yo no puedo haber hecho el servicio militar con ellos. No soy tan mayor como aparento. La segunda razón es que yo nunca he hecho la mili porque fui excedente de cupo. Yo creo que la gente, solo por el mero hecho de que salga por la tele o por el diario, ya te forman parte de su vida, como si me conocieran de toda la vida", reflexiona Bestard.

En cambio, las vacaciones del actor mallorquín Simón Andreu siempre se han caracterizado por buscar lugares donde rebose la tranquilidad y no poder disfrutarlos sin que le ocurran algunas de estas situaciones.

"Las primeras vacaciones de mi vida fueron en la isla de Formentera hace ya unos cincuenta y seis años. Me hospedé en un pequeñito hotel de la población Els Pujols. Eso fue cuando aún no existía la luz eléctrica en la isla. La anécdota fue que ese hotel era el único edificio que disfrutaba de luz durante la noche gracias a un grupo electrógeno. Y, detrás de la Iglesia, había un pequeño cine que proyectaba las películas gracias también a un grupo electrógeno. Los dos únicos lugares de la isla que poseían luz. Desde entonces busco lugares como la pequeña pero maravillosa isla de Formentera de hace más de cincuenta años".

Las vacaciones de Tomeu Penya son el tiempo que tiene entre canción y canción. Aunque siempre tiene la música en la cabeza y intenta componer. En verano, cuando los demás tienen vacaciones a él también le toca trabajar. Hacer música. "Esas son las mejores vacaciones que me pueda imaginar". Aún así, siempre hay alguna anécdota que contar.

"Una vez, actuando en el campo de fútbol de Sant Jordi, estaba yo sentado en una silla corriente. Terminando de cantar la canción llamada Tocalei, tocalei la silla se rompió sin más. Caí de culo con las piernas hacia arriba. Como la gente no sabía si formaba parte del espectáculo, empezaron a reír. Sólo unos cuantos se acercaron al escenario para ver si estaba bien"., explica riéndose.

A diferencia de los demás, Serafín Nebot, cantante del mítico grupo Los Javaloyas, cuenta que nunca ha viajado en verano. "Mi vida es muy sedentaria, en vacaciones solamente voy a la playa a nadar o a jugar al golf. Pero en Cala Bona, Son Servera, para ir a la cala se tiene que pasar un tramo de rocas. Así que una vez me caí por esas rocas y me hice mucho daño a una pierna. Menos mal que el año pasado pusieron una escala que nos permite evitar la zona de rocas. Lo que pasa es que desde que han colocado la escala, viene muchísima más gente", explica con resignación el músico.

De la misma manera, el actor Joan Bibiloni prefiere las vacaciones para descansar en la tranquilidad de la isla. "Hace unos veinte o treinta años que paso las vacaciones solo. Bueno, solo no, con mi familia. Es una gran experiencia pasar los días con la tranquilidad de estar solamente con la familia. Tenía la sensación de existir solamente yo debajo la sombra de un pino. Cuando tienes una edad, tienes que dejar de hacer muchas cosas. Así que yo disfrutaba de esos momentos. Eran unos momentos extraordinarios. Me pasaba todo el año soñando con las vacaciones, con la sensación de volver a estar solo en el mundo", cuenta con nostalgia el actor.

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