"Mi familia y yo, que conocimos y nos enamoramos de Mallorca cuando la visitamos hace más de 30 años, no venimos a esta isla a veranear sino a mallorquinear, que es algo diferente mi más profundo, ya que siempre nos interesó saber como viven las gentes de aquí, y espero que pronto sabremos definitivamente como piensan", manifestó el ex-jugador de baloncesto, gloria del deporte español, Alberto Romay, al ser nombrado, en la noche del pasado miércoles, en el hotel Valparaíso, Mallorquín de Verano. Actuó como anfitrión, el director del hotel y a la vez presidente de la Asociación Mallorquines de Verano, Antoni Ferrer, respaldado por sus equipos de cocina y sala, teniendo como escenario la espectacular terraza de la Suit Imperial.

Fernando Romay que ya fue distinguido el año pasado, por la DO Pla i Llevant de Mallorca, ya que es un enamorado de los vinos isleños, tiene méritos suficientes para ostentar este galardón, que junto a un pergamino que le acredita como Mallorquín de Verano, consiste en un artístico candelabro de vidrio de Guardiola. Como alguien le dijo al recibir este reconocimiento: "Fernando, tu tienes mucha humanidad física, pero te gana tu humanidad espiritual, además de ser un amigo fiel de tus amigos".

Toda una verdad, porque además de pasar sus vacaciones familiares en la isla, en estos años se ha vinculado con las oenegés Fundación Nazaret y Projecte Home, cuyos presidentes, Guillermo Cladera y Tomeu Catalá asistieron a su homenaje. No faltaron veteranos rostros conocidos del periodismo isleño y muchos mallorquines de verano. Después de los aperitivos se sirvió una cena, preparada por el equipo que dirige el cocinero del hotel, Carlos Botella. Los vinos fueron de la DO Pla i Llevant.