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En contra

Federico Lara Peinado: "El faraón sabía que era un don nadie, sus súbditos no lo sabían"

Federico Lara Peinado (Hornos, Jaén, 1940) vivió desde los dos años en Cataluña, donde fue Archivero de la Diputación de Lleida. Profesor de la Autónoma...

-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: “¿ISIS viene de Mesopotamia?”

-La cuna geográfica está allí, pero los árabes acabaron con la civilización de Mesopotamia, una llanura esteparia sin fronteras naturales que siempre fue conflictiva.

-¿Quién va a contradecir un dato sobre los sumerios?

-Hay documentación, aunque no para los autores que aseguran que los sumerios vienen de Casiopea o de Marte. Si escribes que “Asurbanípal era gandul”, sabemos que montó la mayor biblioteca del mundo.

-¿Babilonia era más entretenida que el Irak actual?

-Babilonia tuvo momentos de paz, pero casi siempre vivió en conflicto. Era el ombligo del mundo, su ónfalos.

-Putin aparte, ¿cabe imaginar el poder de un faraón?

-Sí, era un rey que conseguía que sus súbditos lo identificaran con un Dios. El faraón sabía que era un don nadie, pero ellos no lo sabían. Muchos faraones padecían cánceres bucales enormes o poliomielitis. A cambio, tenían muy bien organizada la vida del más allá.

-¿Obama es el último emperador romano?

-No diría tanto. Estados Unidos es un imperio, menor que lo fue España y que también caerá. Ya muestra síntomas de declive. En una escala del uno al diez, se encuentra en el ocho, y ojo que no salga Trump.

-¿Compara a gobernantes presentes y pretéritos?

-Todo admite comparación, el ser humano no ha cambiado. Somos la misma sustancia, no sabemos para qué estamos aquí, por eso Gilgamesh quería ser inmortal.

-¿Las invasiones pacíficas también desgastan?

-Roma no solo cae por los bárbaros. Cuando el emperador español Teodosio acuerda en Tesalónica la abolición de la religión pagana, se derrumba el imperio. Hay un libro titulado 910 causas de la caída del imperio romano.

-¿Por qué nos fascina el Egipto clásico?

-Porque conservaron el imperio durante 3.500 años, porque no invadieron a países vecinos, por sus libros religiosos.

-En cambio, no consigo recordar mi última conversación sobre los acadios.

-Son menos conocidos por su idioma más difícil, porque no gozaron de la propaganda de un Champollion. Napoleón contribuyó a que Egipto se difundiera por todo el mundo. Hasta el siglo XIX ni se sabía que existía el idioma sumerio.

-¿La escritura tenía que caer, en un idioma u otro?

-La inventaron los sacerdotes sumerios, en el 3.500 antes de Cristo, para la contabilidad de los impuestos y cosechas. Después, para redactar las leyes.

-¿Somos hijos de Grecia, Mesopotamia o Israel?

-Somos grecorromanos y judeocristianos al cincuenta por ciento. Grecia es la tesis, Oriente es la antítesis y Roma es la síntesis.

-¿Los alumnos le miran como a un bicho raro?

-Antes me miraban como a un bicho raro. Les decía que íbamos a hablar del rey Kashtiliash IV, y no tenían muletas. Si en Arte hablas de un pintor, cuentan con la referencia visual.

-¿El sueño de un especialista en Mesopotamia es una invitación a ‘Cuarto Milenio’?

-Sí. Hice un trozo muy corto hablando de los fenicios con Iker Jiménez. Grabé trece episodios de La aventura del saber para La 2, pero tengo un problema de papilas linguales.

-¿En algún momento se ha sentido uno de ellos?

-He tenido una transmigración de las almas. No me encontraría fuera de lugar, y me sentiría feliz si tuviera un amigo como Hammurabi. Nos entenderíamos.

-¿Y se identifica con el cine de romanos?

-Puedo disfrutar con La caída del imperio romano, pero no me sitúa en la época. En cuanto a 300, el persa era una gogo en lugar de un Darío.

-Solo existe el hoy, el pasado y el futuro son ilusorios.

-Correcto, y el hoy es casi pasado. Nínive cae el año 610 antes de Cristo. Desde entonces, todo es periodismo.

-Ninguno de aquellos imperios podía acabar con la humanidad.

-Acababan ellos, el historiador cristiano Cipriano enumeraba las razones que podían destruir un imperio. “La pérdida de valores morales, el empobrecimiento del suelo, el empeoramiento del clima, la anarquía, un golpe de Estado, el auge de precios, la lucha de clases, la inmoralidad”.

-Nada ha cambiado, ¿los musulmanes son tan dañinos para un imperio como los cristianos?

-Es lo mismo. Cuando la religión autóctona es sustituida por otra, el imperio desaparece de la historia. Los cristianos acabaron con la fenomenal Roma, así que los políticos actuales tendrán que hacer algo.

-De aquí se va a una comida mesopotámica.

-En el restaurante Siduri, un personaje del Poema de Gilgamesh. Comeremos lo mismo que entonces, cordero al horno, pan de pita, habas, garbanzos, yoghourt con miel.

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