No discriminemos. Todos los rincones del cuerpo tienen derecho a su cuota de sol
¡Fuera ropa y complejos! No hay nada que haga más daño a la vista que un cuerpo bronceado lleno de marcas blancas. ¿O es que a alguien le motiva contemplar unas partes pudendas más lechosas y mustias que los protagonistas de Los otros? Pero el nudismo no solo es estético. Que es algo natural, saludable y placentero es una gran verdad que no puede refutar ni el ideólogo del Tea Party. Solo existe una cosa que supere la sensación de libertad y desmelene que produce estar en la playa en pelota picada: ganar el Euromillones.
Las comparaciones pueden convertir el día de playa en una pesadilla
O eres mallorquín o eres nudista, las dos cosas no pueden ser. Porque nos gusta mirar pero no que nos miren, y nuestra tendencia a la exageración puede quedar en evidencia con las pruebas tan a la vista. La obsesión innata por el ´qué dirán´ y las inevitables comparaciones pueden convertir un placentero día de playa en nuestra peor pesadilla. Que se desnuden los visitantes que ya le daremos uso al rabillo del ojo. A los locales, el bañador nos mantiene a salvo en la zona de confort. No nos la juguemos.
