"Esta isla me encanta y nunca le seré infiel". Claudia Schiffer expresaba así su atracción hacia los veraneos mallorquines cuando en los ochenta todavía era una adolescente desconocida en el mundo de las pasarelas. El idilio con la isla siguió al convertirse en una top model en los noventa y continúa hasta hoy, ya retirada del mundo de los desfiles. Esa fidelidad con sus descansos estivales en Camp de Mar ha evolucionado desde las rutilantes fiestas de cumpleaños y sus paseos en yate con sus famosos amigos -entre ellos el modisto italiano Valentino o el líder de los Rolling Stones Mick Jagger- a unas vacaciones mallorquinas más apacibles, hogareñas y discretas, centradas en su familia y la práctica del golf, uno de sus deportes favoritos.
El vínculo de la supermodelo alemana Claudia Schiffer con Mallorca empezó en su niñez cuando su padre, el abogado Heinz Schiffer, compró un adosado en La Mola, y no se ha roto desde entonces.
Es Trenc, s´Arenal y La Mola sirvieron de escenario para los primeros posados de una tímida joven de 16 años ante las cámaras a finales de los ochenta para Pedro Coll, el fotógrafo mallorquín que la descubrió mientras la top se divertía en el Tim´s Bar del Port d´Andratx. Unos años más tarde se convirtió en una de las top model más cotizadas del mundo tras ser descubierta por Karl Lagerfeld en una discoteca de Düsseldorf, con una fortuna valorada en 100 millones de dólares según Forbes en contraste con aquel debut fotográfico isleño de 1987 por el que tal solo cobró quince mil pesetas.
El esplendor profesional que vivió la maniquí alemana en los noventa se reflejó en sus descansos isleños. Protagonizó uno de sus top less más sonados cuando navegaba por aguas mallorquinas en la cubierta del yate del cantante Peter Gabriel. Tenía 22 años y era la época en que se la comparaba con la actriz Brigitte Bardot, también asidua visitante de la isla.
El mes de agosto coincide con el cumpleaños de la que fuera mujer Chanel. En la década del 2000 empieza a organizar sus relumbrantes fiestas de aniversario. Valentino asiste a la que la supermodelo organizó en su mansión de Camp de Mar junto a su entonces novio, el empresario inglés Tim Jeffries. Schiffer aprovechó para navegar a bordo del Blue One, el yate del modisto.
El cantante Mick Jagger fue el invitado estrella en la celebración del treinta aniversario de la maniquí en la finca de Cas Xorc, en Sóller. El líder británico llegó en un avión privado a Son Sant Joan.
A partir de 2002, coincidiendo con su matrimonio con el productor de cine Matthew Vaughn, los descansos de la top germana son más hogareños y volcados en la familia, alejados de los focos. El cuidado de sus tres hijos, Caspar, Clementine y Cosima, centran toda su atención y se relaja con jornadas marineras y de golf junto a amigos y familiares. A bordo de su embarcación White Star of London y en los baños en la playa de Sant Elm la rubia más famosa de la historia de Chanel se vuelca en su pasión por las aguas mallorquinas. "La popularidad solo trae consigo cosas hermosas", aseguró una jovencísima Schiffer cuando despuntaba como maniquí. Desde hace seis años decidió no celebrar ningún acto por su aniversario y la top mantiene la fidelidad a la isla alejándose de miradas indiscretas.
