La tendencia tropical se apodera durante este verano de los armarios, la gastronomía, la coctelería, la decoración o el maquillaje. La asesora de imagen del Corte Inglés de Avenidas Eva María Cabrera confirma que piñas, palmeras y estampados florales están en boga desde el año pasado y que han explotado este 2016 en las pasarelas. "Parece que será una de esas tendencias que tardarán en marcharse", vaticina. El motivo: la sensación de verano constante y la promesa de disfrute que sugieren sus colores vibrantes y cálidos. "Vienen los azules, los verdes, el amarillo, el turquesa o el marrón", sostiene, "además de los estampados con flores, pájaros y frutas". Esta tendencia se rastrea en el centro comercial en el que trabaja y en otros muchos escaparates en los zapatos y sandalias, "muchos de ellos con las suelas anchas de esparto", en las camisetas, vestidos, toallas de playa, cojines o bañadores. La personal shopper muestra a este diario toda una línea textil de hogar de Desigual que emula una macedonia tropical. El flower power también campa a sus anchas en bolsos, pañuelos o en las camisas hawaianas, desde hace algunos años terreno no sólo conquistado por los extranjeros. "Cada vez hay más gente que también opta por decorar las terrazas con típicas hamacas tropicales que pueden colgarse de una palmera", añade Cabrera. "El caso es decorar con pequeños toques exóticos los diferentes ambientes", señala. "La gente antes sólo decoraba la casa en Navidad, pero se está animando a hacerlo también en verano", continúa.
El maquillaje también se ha visto influenciado por el tropicalismo. "Los colores que presentan marcas como Bobbi Brown, Givenchy o Guerlain están en esa línea", comenta Cabrera desde El Corte Inglés. "Ahora se estila pintarse una raya negra encima de los ojos y una de color verde, amarillo o turquesa debajo. Resalta mucho el iris", apunta. Para dar un toque salvaje a la mirada, la asesora de imagen aconseja maquillarse las cejas para conseguir espesor "y que parezcan más gruesas". "Ya no se llevan finas".
Asimismo, quien desee ir más allá puede pintarse las uñas con diseños tropicales. En Pinterest hay catálogos con más de mil ideas distintas. Si uno se fija bien en los acabados y su precisión, existe un verdadero art nail. Hay dibujos de atardeceres, mares, tortugas marinas, palmeras, piñas, conchas marinas, hibiscos o tarjetas hawaianas. Para conseguir trazos tan trabajados, se deberá acudir a un centro de belleza especializado.
Pocas áreas de la estética escapan del tropicalismo. Éste también ha salpicado el universo de la tinta sobre la piel. Los tatuajes adquieren mil formas que componen aves, vegetación, símbolos o incluso idiomas exóticos, todos ellos procedentes de los rincones sureños del mundo, desde Brasil hasta el microcosmos tiki del Pacífico. La joyería es otra de las grandes contaminadas por el furor tropical. Por ejemplo, la piña, la sandía o las fresas son las frutas elegidas por Pabery Joyas para sus diseños estivales de pulseras, pendientes y collares. Su colección Fruit está realizada en plata y bañada en oro de 18 kilates.
Las coctelerías de Palma también ofrecen bebidas con bases de coco, piña o maracuyá. Además del clásico mojito, las cartas se completan con caipiroskas -copa de referencia en las noches brasileñas-, tahitís clubs, piñas coladas o margaritas. Para sentarse en la mesa, Es Candela es de obligado paso. Este restaurante caribeño ofrece deliciosos ceviches hechos al momento, arepas, patacones, empanadas de cazón o reinas pepiadas.
