Las sesiones fotográficas en bikini de Ana García Obregón en la playa han servido durante años para inaugurar el verano mallorquín. Su particular pasarela sobre la arena permitía a la actriz mostrar su figura escultural y bien cuidada, además de lucir modelito, y de paso, explicar sus proyectos profesionales y sentimentales.
La casa que sus padres tienen en la Costa de los Pinos es el lugar de descanso desde la juventud de la que fuera protagonista de Ana y los 7 y en su playa ha ofrecido los mejores posados. Llegada la madurez y quizá cansada de los flashes y las miradas indiscretas los chapuzones estivales ante las cámaras se han reducido y procura que sean más íntimos.
Los primeros pases sobre la arena llegaron en los ochenta. En aquella época la bióloga combinaba su faceta de actriz con la de empresaria ya que trabajaba en la empresa inmobiliaria de su padre y le atribuían un romance con Alberto de Mónaco. La cirugía estética no había modelado todavía su cuerpo, según ella misma confesaba tras su desfile en la playa: "Nunca me he operado de nada". Ya había intervenido en comedias como Qué le pasa señor ministro o la italiana Condominio.
Pero sin duda fue en los noventa cuando se convirtió en un personaje popular al fichar para la televisión como presentadora de programas de variedades y su intervención en series de televisión. También llegó a su vida el conde Alejandro Lecquio y fruto de esa relación nació su hijo Alejandro.
En 1992 la familia al completo con el bebé aterrizó en Son Sant Joan y puso rumbo a la casa El Manantial en la Costa de los Pinos. Dos años después ya estaban separados y empezaba la batalla campal entre insultos y acusaciones mutuas con la exesposa de Lecquio, la modelo Antonia Dell´Atte. Obregón se evadió de sus problemas con baños en Son Servera junto a su vástago Dado y se reencontró en la isla con un nuevo amor: el jugador de baloncesto del Real Madrid Antonio Martín. Por aquel entonces era la popular presentadora de Qué apostamos y participaba en la serie Canguros. Tras terminar el rodaje de la película La mirada del otro de Vicente Aranda la intérprete volvió a disfrutar de su primer baño en aguas de Costa de los Pinos y presumió de una nueva relación sentimental con el futbolista Davor Suker.
Sin embargo, en julio de 2002 Obregón sorprendió cuando, al llegar a Mallorca acompañada de su hijo Álex y sus padres, anunció: "No poso porque no respetáis mi intimidad". Interrumpió la tradicional sesión fotográfica en el momento en que triunfaba con su serie Ana y los 7.
Su retiro duró poco porque en 2005 ya volvíamos a verla en Cala Millor con un bikini azul decorado con pequeñas flores blancas que resaltaba su figura.
Un posado reciente.
Llegada la madurez, para huir del papel couché y de los paparazzi, la popular presentadora ya no toma tanto el sol en lugares públicos y reparte su tiempo entre Eivissa y Mallorca alejada del estrés de Madrid.
En los últimos años la artista se ha movido entre Miami, donde residía con su hijo que estudiaba en la universidad, y sus descansos isleños. Se la puede ver dando paseos por las calles de Manacor haciendo compras y firmando autógrafos. Su figura ha quedado unida en el imaginario popular a sus primeros baños estivales en las aguas mallorquinas.
