Ni los vaivenes en los partidos para elegir los candidatos del 26-J, ni el sangriento crimen de Santa Ponça. El protagonista absoluto esta semana en el digital fue el tiburón que el pasado miércoles fue avistado en la base naval de Portopí, nadando muy cerca de la orilla y causando un gran revuelo por su aparición.

"Nos va a comer, ¡qué miedo!", se alarmaban muchos, mientras otros se lamentaban: "Pobre... se habrá perdido y no sabe cómo salir de aquí". Para que no cundiera el pánico, los especialistas avisaban de que se trata de una tintorera, una especie pacífica que no suele atacar a las personas salvo, claro está, que sea molestada de manera insistente.

"A ver si somos capaces de dejarlo tranquilito, al fin y al cabo está en su hábitat", pedían los lectores al enterarse de que la Guardia Civil intentó atrapar al escualo con una cuerda, para llevarlo mar adentro.

"Qué manía de invadir el espacio del mundo animal, dejad que se marche él solo, ya está en su hogar, el mar", alzaban la voz muchos en contra del procedimiento de lazar la tintorera y remolcarla con una zodiac. En el transcurso de esta operación, el animal mordió uno de los balones de la embarcación pinchándolo, según informaron fuentes del Instituto Armado.

"¿No decían los sabios ecologistas que la tintorera no mordía y no atacaba al hombre? Mucha fantasía de salón", replicaba un lector.

"Este verano deberían vigilar más las costas porque nunca se sabe, el cambio climático cada vez esta peor, así que hay que mirar por la seguridad de todos, no solo de los animales", sugería otro internauta.

También hubo quien se lo tomó a risa y comentaba: "Lo llaman 'turrepantias mordem' o lo que es lo mismo 'el tiburón Boomerang'. Lo tiras pallá y vuelve pacá. Y así todo el día. Yo de vosotros lo que haría es cambiar la isla de sitio".

"Podríamos crear una nueva atracción turística de avistamiento de tiburones , no va a ser todo turismo de borrachera", proponían también otros. Comentarios para todos los gustos.