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Paul Steiger: "Queremos volver al periodismo tradicional de servicio público"

"Los periódicos locales resistirán la crisis mejor que los nacionales"

Paul Steiger.

Los periódicos locales que cuidan la información de proximidad sin olvidar la global resisten y resistirán mejor que los de ámbito nacional que se nutren de informaciones poco trabajadas los embates de las crisis económicas y tecnológicas pero deben adaptarse lo más pronto posible a los retos y oportunidades que ofrece internet, recomendó ayer Paul Steiger (Nueva York, 1942), director de la redacción de noticias en The Wall Street Journal desde 1991 hasta 2007, cuando con 65 años renunció a convertirse en un jubilado al uso y se subió sin pensárselo dos veces al tren de las nuevas tecnologías para fundar ProPublica, una agencia digital sin ánimo de lucro dedicada al periodismo de investigación y patrocinada principalmente por el matrimonio de multimillonarios estadounidenses Herbert y Marion Sandler.

Steiger, que también trabajó durante 17 años en Los Angeles Times, expuso el martes su particular visión del periodismo en un foro patrocinado por la Universidad de Navarra y la Fundación Rafael del Pino, donde animó a las nuevas generaciones de periodistas a echar mano de la creatividad y de la picardía para indagar hasta el fondo en esas noticias que los poderes fácticos tratan de ocultar. Steiger calmó a los que ven con pesimismo el futuro del periodismo porque es un oficio que brinda en la actualidad "tremendas oportunidades a los jóvenes a través de internet" y a los jubilados, que como él, lo practican por puro placer.

"Lo más importante es abordar los problemas que interesan a la gente y que esa gente sienta que con ello se persigue el bien común", continuó el veterano periodista que logró para The Wall Street Journal 16 premios Pulitzer y que en tan solo ocho años ha conseguido ya uno de estos preciados galardones para ProPublica, agencia en la que medio centenar de periodistas, documentalistas y expertos informáticos dedican hasta tres años de su trabajo a destapar un escándalo.

La aventura es "fascinante" pero también cara, ardua y muy laboriosa, reconoció encantado de su actual trabajo Paul Steiger, muy agradecido a los donantes que le garantizan la independencia informativa para no tener que depender de los volátiles ingresos de la publicidad. ProPublica ofrece sus contenidos gratis bajo licencias Creative Commons y para darles mayor difusión suele publicarlos en los grandes diarios o en alguno de los más de 100 medios de comunicación con los que tiene acuerdos. La publicación recibe cada año del matrimonio Sandler 7,3 millones de euros, a los que suma las donaciones de otros patrocinadores menos desprendidos pero igualmente hartos de los abusos políticos y empresariales.

Para Steiger, internet fue todo un descubrimiento en el que se sumergió tras su jubilación y del que se ha convertido en uno de los máximos defensores. Eso sí, no para contar cualquier ocurrencia, sino para elaborar reportajes de calidad que devuelvan a los medios de comunicación el prestigio de la edad de oro que identifica con la época de la Guerra de Vietnam. "Queremos volver al periodismo tradicional de servicio público", proclamó el veterano reportero, muy pesimista con el futuro de los periódicos impresos pero tremendamente optimista con el del periodismo.

Con ProPublica, Steiger exhibe la alternativa de las fundaciones con capital filantrópico ante la decreciente rentabilidad de los periódicos impresos, azotados por la caída de la publicidad y de la venta de ejemplares.

"Hay que buscar maneras de dar apoyo y conseguir fondos para los nuevos modelos de periodismo, ya sea a través de una agencia sin ánimo del lucro, como nosotros, u otras maneras creativas para obtener rentabilidad", manifestó, convencido de que para acabar con la cultura del todo gratis en España hay que ofrecer a los lectores noticias de interés tratadas con calidad periodística.

Un año después de la fundación en 2008 de ProPublica, esta agencia ya había publicado 139 reportajes de investigación, en su mayoría en colaboración con grandes medios de comunicación, y en 2010 los becarios tenían un sueldo mensual de 2.800 dólares al mes. "Si quieres calidad hay que pagar por ella", es el lema de Steiger, quien asegura no obstante que los sueldos de sus redactores se ajustan siempre al precio del mercado y no malgasta nunca las donaciones que recibe. Redactores e informáticos reciben el mismo trato en un modelo en el que todos colaboran por sacar adelante noticias de indiscutible relevancia social.

En 2010 recibió el Pulitzer por un reportaje en el que se denunciaban las decisiones de un grupo de médicos que atendían a pacientes terminales víctimas del huracán Katrina que dejó devastada la ciudad de Nueva Orleans. La redactora que firmó el trabajo demostró que se administraron dosis letales de analgésicos a estos pacientes para liberar camas en los atestados hospitales.

El periodismo tiene que descubrir y denunciar comportamientos nocivos para tratar de ponerles remedio, siempre al servicio de los ciudadanos. "Nosotros lo hacemos de forma no partidista y no ideológica, adscribiéndonos a los más estrictos estándares de imparcialidad periodística", concluyó Steiger al dar la receta del éxito de su agencia digital sin ánimo de lucro.

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