El banquero Robert Sarver desembarcó en el Real Mallorca como máximo accionista y despertó la ilusión de unos, pero sobre todo el escepticismo de muchos ante su apuesta por un ascenso exprés.

"No hay equipo para subir. Ojalá pasara, pero sería un milagro o una cadena de fallos de los equipos de arriba", era la reflexión de un lector que como muchos cree que "es casi imposible ascender este año", pese a la histórica llegada de capital norteamericano, formalizado con una ampliación de capital de 21 millones de euros.

"Estamos en enero todavía pueden fichar, y espero que fichen bien y así el Mallorca vuelva a Primera", no pierden la fe otros ante la posibilidad de que la nueva propiedad sea capaz de elevar el listón de la plantilla hasta el cierre del mercado para catapultar al equipo.

"¿Qué sabrán los yankees de fútbol?", se cuestionaba un internauta, mientras otro señalaba: "No tiene ni idea de este deporte y hasta ayer situaba a la isla en un mapa del Caribe. Al mallorqueta a día de hoy sólo le queda el nombre. Si Luis Sitjar levantara la cabeza, nos mandaría a todos a tamizar humo (porgar fum)".

"Ha comprado un equipo de Segunda y seguramente se quedará ahí porque la afición del Mallorca no es de Primera. Aquí no hay suficiente pasión por el fútbol, creo que ha sido siempre bastante evidente. Encima, el estadio olímpico de Son Moix , que tiene las gradas alejadas, no ayuda nada a incrementar el espectáculo", afirmaba un lector mientras el alemán Utz Claassen lo presentaba como "el mejor regalo para el club".

Más ilusión causó el desembarco de los Reyes Magos que un año más repartieron alegría y obsequios entre miles de niños . "Cuando Melchor y Baltasar le han dado la mano a mi hijo... No se puede expresar con palabras la emoción del crío", suspiraba un lector. "Pues el regalo que necesitábamos imperiosamente es la lluvia y la han traído", celebraban también.