"El pájaro espino patrio" sorprendió a toda la sociedad mallorquina. El escándalo por las acusaciones contra el obispo Javier Salinas por presunto adulterio, adelantado por DIARIO de MALLORCA y ampliado durante toda la semana con nuevas revelaciones, mantuvo expectantes a nuestros lectores. Pero, además, la noticia tuvo amplia repercusión en medios nacionales.

"Lamentable el espectáculo que están dando todos. Personalmente me ha quedado claro que el obispo reparte cargos entre amiguitos y amiguitas de determinado color político. Y solo puedo decir: señor Salinas, dimita, por dignidad y respeto al cargo que ocupa", rogaba un internauta ante las denuncias contra el prelado por su estrecho vínculo con su secretaria particular.

"La regeneración tan deseada no es solamente en la política y en las instituciones, es en toda la vida social de este país, y es necesario sanear toda la institución eclesiástica, sus componentes y todo el entramado entre los diferentes poderes", comentaba un lector, mientras otro señalaba: "El obispo puede ser la víctima de un marido perplejo, que también es víctima de sus propios actos. Cuando el amor se acaba es muy difícil que regrese. Eso ocurre todos los días,".

"La Iglesia Católica tiene que acabar con la estupidez del celibato, un cura o una monja no dejan de ser seres tan humanos como cualquier otro, así que olé por mantener una relación íntima con su secretaria", aplaudían algunos. Sin embargo, la mayoría reclamaba que "si quiere vivir como laico, se tiene que ganar el pan como cualquiera y no a costa de la gente".

Lo cierto, es que el tema puso de los nervios a más de uno que protestaba: "Mucho están tardando en destituirlo, no es justo que vayan por la vida de pastor bueno y que después encima mientan".

"¿Y el romanticismo que habitaba dentro del 'Pájaro espino' dónde queda? Jesús lo dejó claro: Amaos los unos a los otros...", opinaban otros con más gracia sobre el que ya es el culebrón del año.