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Historias de Marivent

Bill Clinton, fascinado por Bellver

De los 90 quedan gratos recuerdos como las vacaciones del entonces presidente norteamericano, pero también momentos de gran tensión como el intento de asesinato del Rey

El entonces presidente Bill Clinton, fascinado con el Castell de Bellver. B. Ramon

En la década de los 90, Marivent y los veranos de la Familia Real volvieron a centrar los focos informativos. Recalaron en Palma personalidades de la talla de Bill Clinton o Mijail Gorbachov, aunque la atención mediática, tomó un tinte más dramático en agosto de 1995: ETA planeó asesinar al Rey cuando se dispusiera a embarcar en el Fortuna. Si fallaba este objetivo, las posibles víctimas eran el Príncipe de Asturias o José María Aznar. Por suerte, los tres etarras del comando fueron detenidos cinco días antes del supuesto atentado. Los terroristas pretendían acabar con la vida del ahora Rey emérito con un rifle provisto de mira telescópica y silenciados. Luego, pretendían huir a bordo de un barco. Los detenidos reconocieron ante el juez Baltasar Garzón que tuvieron al monarca a tiro en tres ocasiones pero desistieron de apretar el gatillo debido a las dificultades que entrañaba la huida ante la presencia de policías apostados en Portopí. Pretendían disparar desde un apartamento que tenían alquilado frente a la base de Portopí.

Visitas

Tras este paréntesis de Semana Negra, regresamos a los idilios de Marivent. A principios de los 90, Lady Di y Carlos de Inglaterra repitieron sus descansos vacacionales en la isla. El verano de 1992, Mijail y Raisa Gorbachov copaban las portadas de los medios con su visita en Palma. El expresidente de la extinta Unión Soviética, Mijail Gorbachov, hicieron escala en la isla invitados por don Juan Carlos y doña Sofía. Pernoctaron en el hotel Son Vida y, en una sola jornada, visitaron la Catedral y el Castell de Bellver. Antes de almozar en Marivent, el matrimonio paseó por Palma entre vítores y aplausos. Ya por la tarde, se perdieron entre las espectaculares calles de Valldemossa. De todas formas, Bill Clinton y su esposa Hillary y su hija Chelsea coparon toda la atención mediática. El entonces presidente estadounidense disfrutaron en julio de 1997 de unas auténticas vacaciones isleñas, a su aire, aunque con alto despliegue de seguridad. De su visita quedaron inmortalizadas numerosas anécdotas pero la fascinación de Bill Clinton por el Castell de Bellver es una de las más recordadas. "Nunca en mi vida había visto una construcción como ésta, tan hermosa y mezclada, con estos arcos góticos", manifestó maravillado. Los Clinton también surcaron el mar de Mallorca a bordo del Fortuna y cataron comida típica de la isla junto a los Aznar. En su estancia en Mallorca, tampoco faltó un recorrido por Valldemosa, que se rindió a los pies de Clinton.

Son Vent

La imagen de los Reyes y sus hijos disfrutando de sus vacaciones veraniegas quedó indisociablemente unida a la del Palacio de Marivent. Una tradición que las instituciones isleñas quisieron mantener a toda costa. Previendo que las infantas y el entonces Príncipe de Asturias formarían sus propias familias y Marivent se quedaría pequeño, el Govern firmó a mitad de la década de los 90 un convenio con Defensa para hacerse con la cesión de unos terrenos anexos al Palacio. Son Vent fue rehabilitado para el uso exclusivo del ahora Rey; la casa dels Posaders, una pequeña edificación de 70 metros cuatrados para recibir invitados y un tercer edificio de dos plantas de unos 150 metros cuadrados.

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