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Intento de expolio

Las monjas quieren vender Sant Jeroni y acusan al Obispado de "prepotencia"

Vecinos del monasterio vieron cómo el mismo camión que fue sorprendido por la diócesis llevándose cuadros del convento ya cargó la semana pasada mobiliario en su interior - El Consell envió ayer inspectores a Palma e Inca para redactar un informe

Imagen del camión que en los últimos días se ha llevado obras de Sant Jeroni. Alejandro Fernández

Las monjas de Sant Jeroni mueven ficha y hacen públicas sus intenciones: quieren la propiedad del monasterio, venderlo, destinar parte de los beneficios a Cáritas y montar un museo con las que aseguran son sus obras de arte. Mediante un comunicado remitido ayer desde Barcelona y firmado por la presidenta de la Federació Jerònima de Santa Paula, sor M. Trinitat Cabrero, la monja carga contra la "fuerza y prepotencia" con que según ella actuó el martes el Obispado al descubrir el intento de expolio desvelado por DIARIO de MALLORCA.

"Ayer (el pasado martes para el lector) se produjeron unos hechos muy tristes en el Monestir de Santa Elisabet de Palma. Cuando las monjas se llevaban sus cuadros de Sant Jeroni, Santa Paula, etc., representantes del Obispado lo impidieron. Y en lugar de hacerlo razonadamente, lo hicieron con la prensa y fotógrafos, para que quedara bien claro donde estaba la fuerza y la prepotencia", dice el comunicado en su primer párrafo.

Las religiosas admiten que pretendían llevarse a Inca las pinturas y alegan dos razones: "Una espiritual y sentimental -llevan años conviviendo con ellas- y otra por seguridad y conservación". En su escrito califican de "triste" la reacción del Obispado y recuerdan, tanto al prelado como a la presidenta del Consell, María Salom, que son conocedores de los propósitos de las jerónimas: "Las monjas quieren la propiedad del monasterio que creen es de derecho (...) y a ambos se les ha manifestado que la mayor parte del beneficio que se pueda sacar irá para Cáritas de Mallorca".

Su listado de deseos no se limita a este punto: "La iglesia y el órgano (uno de los tesoros de Sant Jeroni, datado en 1747) creeemos que tienen que permanecer donde están y se donarán al Obispado". A quienes dudan de sus maniobras les aclaran que no tienen "ninguna intención" de vender las obras de arte "ni de trasladarlas a la Península, sino de hacer un museo" del que no darán detalles "hasta que no se acabe con el litigio de la propiedad". Un pleito que en la actualidad mantiene sor M. Trinitat Cabrero con el obispo Javier Salinas.

Las jerónimas, orden que ha puesto a la venta otros monasterios de la península ya desacralizados para la construcción de hoteles de lujo, asegura que "lo que se ha sacado hasta ahora de Sant Jeroni, el archivo, no estaba catalogado en su mayor parte". Una defensa que contiene fisuras, ya que la ley prohíbe separar una sola obra de su conjunto en caso de ser BIC. Asimismo, la presidenta de las religiosas critica la decisión de ampliar la protección del mismo y advierte al Obispado y al Consell de que "más valdría que no hicieran el ridículo" y "revisaran los papeles", ya que ella cuestiona de que sean merecedores de incluir en la declaración de BIC.

En su último punto, el comunicado de la Federación jerónima de Santa Paula carga contra el Obispado, al que acusa de nulo interés "de ver cómo vivían las monjas" y de no tener ninguna consideración con sus moradoras: "No tenían ascensor, hacía frío, unas escaleras intransitables y peligrosas para mujeres mayores. No han preguntado si tenían dinero para condicionar el monasterio de Inca para recibirlas, ni se les ha reparado el ascensor (la priora sube y baja por las escaleras para que alguien pueda dar el aviso si las monjas se quedan encerradas dentro)... Todo el proceso ha sido muy doloroso", subrayan.

En las últimas líneas recuerdan su compromiso con Mallorca, de la que no quieren irse. "Solo queremos vivir en paz, en silencio y soledad (...) No ha habido expolio, ni nada que se le parezca. Son sus cuadros, sus imágenes. Algunas adquiridas con sus sudores, ninguna -creo- regalada por el Obispado", asegura la monja Cabrero.

Más mudanzas en Sant Jeroni

El intento el martes de las monjas jerónimas de vaciar el convento de obras de arte podría no haber sido el único frustrado. Vecinos del barrio de la Calatrava aseguraron ayer a este diario que la semana pasada las religiosas ya se llevaron al menos dos camiones de Sant Jeroni cargados de material, entre el que se pudo vislumbrar un banco y un piano.

Los residentes creían hasta ahora que las jerónimas solo estaban realizando labores de simple mudanza, hasta que ayer descubrieron por este diario lo ocurrido.

Por otra parte, el Consell, el organismo que debe velar por la preservación del recinto de Sant Jeroni y todas sus pertenencias, y al que debería comunicársele cualquier movimiento de sus obras de arte, envió ayer un inspector y dos técnicos en patrimonio a los monasterios de Palma e Inca para redactar un informe.

En Sant Jeroni se encontraron con la puerta cerrada y en el convento de Sant Bartomeu de Inca -donde ahora residen las cuatro religiosas que habitaban en Palma- hallaron una Virgen de un Nacimiento catalogada, un traslado que la ley podría penalizar.

"Esta Virgen está en buen estado. Ahora queremos entrar en el monasterio de Palma para saber qué querían trasladar. Esperamos poder visitar Sant Jeroni entre el jueves y el viernes", señaló la directora insular de Cultura, Catalina Sureda, quien anunció que el Consell estudia emprender acciones legales contra las monjas.

En su día, técnicos del Consell alertaron de la ubicación en la que se instaló el fondo documental del archivo de Sant Jeroni, también sacado sin autorización y depositado en una treintena de paquetes, "sin ninguna garantía para su correcta conservación".

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