Diplomacia ****. Nacionalidad: Francia, Alemania, 84 min. Director. Volker Schlöndorff. Actores: Niels Arestrup, André Dussolier, Olivier Savin. Cine: Augusta.

Diplomacia es una recreación más modesta de los hechos que alimentaron el best-seller ¿Arde París? de Lapierre y Collins, filmado poco después por Rene Clement. El dramaturgo Cyril Gély se concentra en las últimas horas de la capital gala en manos de los nazis y el mano a mano (no confirmado del todo por los historiadores) entre el general alemán Von Choltitz y el cónsul sueco Nordlin con la población y monumentos de la ciudad en juego. Tras la fallida Operación Valkiria, Hitler, acorralado, amargado, desquiciado, promulgó una serie de decretos para asegurarse la fidelidad absoluta de sus oficiales y destruir, en un paroxismo de la política atávica de tierra quemada, todos los edificios, infraestructuras e industrias de sus territorios. Nordlin se dedica entonces, a contrarreloj, a sembrar la duda en Von Choltitz: ¿el juramento de obediencia se aplica también a las órdenes de un hombre que ha perdido totalmente los cabales?

En su adaptación de la excelente obra de Gély, Volker Schlöndorff se queda en un aprobado. Por concentrarse tanto en los protagonistas se torna una película demasiado teatral, oxigenada sólo al final con unas breves escenas de acción. La banda sonora arranca con el emotivo segundo movimiento de la 7ª de Beethoven pero después subraya innecesariamente. Y en el reparto hay una curiosa inversión de roles; si Rene Clement enfrentó a un secundario (Gert Fröbe) con Orson Welles, Schlöndorff permite que Niels Arestrup (Un profeta, La llave de Sara) se meriende a un André Dussolier limitado por un personaje demasiado arquetípico. Aún constreñida por su origen escénico, Diplomacia es recomendable por el tema, el afinado retrato del general alemán y la interpretación de Arestrup.