Interstellar Estados Unidos, 165 min. ***½. Director: Christopher Nolan. Actores: Matthew McConaghey, Anne Hathaway, John Lithgow, Michael Caine. Cines: Augusta, Ocimax, Porto Pi, Cinesa Festival Park, Multicines Manacor

Dentro de la ciencia ficción ‘dura’ (con sólidos fundamentos científicos), autores clásicos como K. Dick, Clarke o Asimov siguen siendo referentes ineludibles, pilares a los que todos los autores posteriores se han arrimado con mayor o menor disimulo. En Origen Christopher Nolan entró en la selva de K. Dick (realidades paralelas) y salió sin medio rasguño. En Interstellar intenta una pócima arriesgada, atraer a Clarke (2001, algo de Cita con Rama más guiños al Frederick Pohl de Pórtico) al público mayoritario. O, más claro, fusionar a Kubrick con Spielberg.

No lo logra porque es una quimera. Kubrick jamás cedió a tentaciones populistas. Llevó todas sus historias a su límite creativamente y no mercadeó con la emotividad. El padre viudo rechazado por sus hijos por intentar salvar al planeta de Nolan es melodrama ramplón de sobremesa. 2001 navega por el espacio-tiempo y las supercuerdas sin dar la más mínima explicación; en Interstellar hay varias charlas seudocientíficas prescindibles y lo de surfear primero y atravesar después un agujero negro es otra licencia muy, muy creativa. Sólo un momento del filme (la escena de los dos lados de la biblioteca) vuela realmente alto en cuanto a originalidad. Compitiendo con Spielberg (o con J.J. Abrams, su discípulo aventajado) sí da la talla Nolan. Tiene el mismo sentido del espectáculo y del entretenimiento (la escena de las olas gigantes de un planeta extrasolar), sabe tocar la fibra de la América (los EEUU en realidad) profunda y dirige con excelencia un reparto de muchos quilates. Un McConaghey que sigue en estado de gracia, bien respaldado por Caine, Hathaway, Litgow, Damon, Chastain o la pareja de jóvenes.