La sede del Institut d´Estudis Baleàrics (IEB) se convirtió ayer en el escenario donde se presentó Monstruos y otros, una recopilación de las cuatro últimas obras de Josep Lluís Aguiló (La Biblioteca Secreta, La Estación de las Sombras, Monstruos y Lunario) de la mano del catedrático de Literatura Española de la Universitat de les Illes Balears Francisco Díaz. Hoy se celebra a partir de las 20 horas en el IEB la inauguración de cara al público de esta obra.

La editorial Visor ha sido la responsable de publicar este formato para que los versos de Josep Lluís Aguiló puedan traspasar fronteras en lengua hispana. "Es un título gracioso. Hasta que no haga otra publicación que le pase por encima, Monstruos es el libro por el que se me conoce", afirma Aguiló durante la entrevista.

Y es que en 2005 esta obra le valió para alzarse con el Premi Ciutat de Palma Joan Alcover de Poesía. Tres años más tarde, la publicación de Llunari le consagró al proclamarse vencedor de los Jocs Florals de Barcelona.

"Los premios me sirvieron como un amplificador para mi obra. La literatura catalana es minoritaria porque no tenemos una gran base lectora comparable a la castellana y cuando trabajas en catalán, sabes que tu objetivo es llegar al número de lectores que pueda tener, que no son demasiados millones por razones demográficas", reconoce el poeta.

Acostumbrado a manejarse entre versos, el autor considera que el género literario está "más vivo que nunca". "La poesía está en un estado de salud muy fuerte. Hace una década que sufre una efervescencia muy grande. Hay una gran cantidad de creadores, y hay muchos muy buenos".

Doble vida

El manacorí, que alterna su vida laboral al frente de una cadena de supermercados con la producción de sus libros, desvela que su fuente de inspiración nace a través de sus vivencias personales. "Mi poesía nace de experiencias vividas, anheladas, lectoras. Soy incapaz de crear una voz poética e inventarme narraciones. Mis historias están inspiradas en vivencias reales".

Este precoz poeta comenzó su andadura literaria a los 18 años, cuando publicó Cants d´Arjau. Tras casi dos décadas de silencio, volvió a la escena lírica en 2004 con La biblioteca secreta. Durante el largo periodo de ausencia, Aguiló se dedicó a encontrar un estilo que pudiera expresar sus deseos.

"La biblioteca secreta es un libro que resume todo lo que quería decir. Es un libro que estoy muy satisfecho de haber escrito. Refleja la poesía que me gustaría saber hacer siempre", comenta orgulloso.

Siempre enfrascado en versos novedosos, considera que la poesía es un género al que cualquiera puede dedicarse, aunque no todos son aptos para hacerlo de forma correcta. Según él, la poesía necesita de "una conjunción de forma, fondo, intención y capacidad de decir cosas que otras quieren sentir".

Sobre la irrupción de las nuevas tecnologías y las redes sociales, el poeta cree que son una nueva forma de convertir a cualquiera en escritor, aunque ello conlleve que se empobrezca el uso de la ortografía.

"Nunca hemos tenido una población escritora como la de ahora. La gente busca escribir de forma ingeniosa. A mí la ortografía no me importa, al fin y al cabo es una convención. Me maravilla que se pueda sacar un objetivo único que sea leído, repetido e interiorizado".

Siempre influenciado por las obras de autores como Borges, Stevenson, la generación del 27, Miquel Àngel Riera o Blai Bonet, es uno de los escritores mallorquines más prestigiosos de la literatura catalana.