Isabel Guarch, con cincuenta años de trayectoria en el mundo de las joyas, una carrera marcada por la fusión de tradición y modernidad, presentó ayer en Palma, en su tienda-taller sito en el número 2 de la Plaça del Mercat, su nueva colección, Tramuntana, inspirada en la Serra declarada patrimonio de la humanidad.

Mallorca, su historia y el carácter mediterráneo son elementos esenciales para entender la filosofía creativa de esta joyera que en esta nueva apuesta se ha inspirado "en la naturaleza de la Serra, en las flores del almendro y el romero, traducidas cuidadosamente a través de los materiales seleccionados: oro, plata, brillantes, coral..."

"Enjoyada con sus pinos, batida con el blanco de sus olas, en tonos verdes y azulados, toda la belleza donde descansa la inspiración es la Serra de Tramuntana", apunta la diseñadora de joyas.

El acto de presentación contó con la presencia de clientes de Guarch, que tendrán oportunidad, hoy y el día 17, de llevarse a casa de modo gratuito una pulsera veraniega inspirada en el estilo de vida mediterráneo si se acercan hasta su tienda para conocer de primera mano su colección.

Una colección que presenta tres líneas: Flor de almendro, trabajada con oro, plata y brillantes; Flor de romaní, espinedas y cuarzos de colores engarzados en caucho con forma de pétalos; y Mar, iluminada con corales y turquesas.

Hace medio siglo que Isabel Guarch comenzó su andadura en el mundo de las joyas y treinta años desde que decidió emprender su propio negocio. En un espacio íntimo y "casi secreto" ha atendido de forma personalizada a todas y cada una de sus clientas. A principios de los 90, su hija Isabel, que estudió diseño y gemología en París, entró a formar parte del negocio. Desde entonces, una perfecta fusión de tradición y modernidad define las colecciones de esta firma mallorquina.

La belleza, el diseño, la elegancia y la originalidad son marcas de sus creaciones, también caracterizadas, en buena parte de sus colecciones, por un significado histórico, como ha puesto de manifiesto en joyas anteriores como la Cruz de Calatrava.