Mallorca se rindió a Joan Pons. El barítono menorquín, jubilado hace un año y medio, vivió ayer su última gran noche en el escenario del Principal, con Tosca, la ópera que más le gusta y una de las que más noches inolvidables le ha brindado, desde el Metropolitan de Nueva York a la Scala milanesa. Emocionado, tras dos intensas y emocionantes horas de función, el cantante recibió un merecido homenaje, una ovación con todos los espectadores en pie que solo fue ensombrecida por algunos insultos y una gran pitada a Bauzá, encargado de darle una placa en reconocimiento y agradecimiento "a su carrera y su presencia en las Temporadas de ópera del Principal".

Más de 750 personas, o lo que es lo mismo, un Principal lleno hasta la bandera, acudieron al adiós de Pons. Una despedida que solo interrumpirá con recitales benéficos y, quizá, alguna representación estelar, todavía por confirmar, en su Menorca natal.

La gala, que colgó el cartel de "entradas agotadas" a mediados de la semana pasada, empezó a las siete de la tarde con la proyección de una serie de saludos y felicitaciones a cargo de colegas que durante años se codearon con Pons: la soprano Mirella Freni, el tenor Josep Carreras, su querida Montserrat Caballé -destacó su "bondad"-, o su hija, Joana Pons, quien recordó que su padre "es todo arte".

Joan Pons, metido en la piel del odioso Scarpia, fue recibido con una ovación cercana al minuto en cuanto pisó el escenario. Lo hizo en el primer acto, siguiendo la huella del fugitivo Angelotti (Josep Miquel Ribot). Los "bravos" resonaron en el duelo que protagonizó, ya en el segundo acto, con una soberbia Fiorenza Cedolins, que brilló a la altura con la que fue anunciada por los responsables de la 28 Temporada d´Òpera, encarnando a una Floria Tosca que, según los expertos, no tuvo fisuras.

Entre el primer y segundo acto, un espontáneo robó algo de protagonismo a los intérpretes. Un individuo fue sorprendido en uno de los camerinos de los músicos de la Orquestra Simfònica con varios móviles y unas pocas carteras, al parecer robadas, lo que motivó la presencia de agentes de la Policía Nacional.

El estreno de la Tosca pucciniana, ópera que volverá a representarse el próximo miércoles, viernes y domingo, con Ismael Pons en lugar de Joan Pons, se cerró entre aplausos al homenajeado e insultos y reproches a Bauzá del tipo "payaso", "menos placa y más cultura" o "tú nunca has entrado en un teatro".