La ausencia de representación política balear en la ceremonia de entrada de Carme Riera en la Real Academia Española ha suscitado un aluvión de críticas y descalificaciones de parte de personalidades de diferentes ámbitos de la creación que tildan ese vacío de "gesto incivilizado" y de "falta de sensibilidad" hacia la cultura.

"Claro que debería haber ido un representante del Govern, o mejor aún el mismo president. Que un escritor mallorquín -o balear, si somos más precisos, aunque yo no estoy acostumbrado a ese gentilicio- entre en la Real Academia es algo que ocurre muy pocas veces (tres veces en un siglo). Y ese hecho debería ser un motivo de orgullo para cualquier Govern, sea del color político que sea. Además, el discurso de Carme Riera empezaba con estas frases: Como escritora, en las dos lenguas que tengo por mías... Y esa frase es un modelo de sensatez que debería ser aprobada por cualquier político con dos dedos de frente", argumenta el escritor Eduardo Jordá.

"No me gusta demasiado la presencia de políticos en actos culturales. Lo del ingreso de Carme Riera es un asunto serio, casi de Estado, me atrevería a decir, pero la presencia de políticos en inauguraciones y actos más o menos festivos sólo es una excusa para lucir palmito. Mejor que se queden en su casa, y leyendo un poco, si ese milagro es posible", agrega Jordá.

Otro escritor, Biel Mesquida, recuerda que "cualquier persona que -como Riera- se posiciona contra el TIL y denuncia la persecución de la lengua y la cultura catalana es una persona non grata para Bauzá", president de un Govern sin unos "mínimos de educación" que ha vuelto a cometer un "gesto incivilizado".

El actor Toni Gomila, protagonista de uno de los últimos fenómenos teatrales como es Acorar, a cuyo estreno en Barcelona acudió Carme Riera, confiesa que no le "sorprendió" la ausencia de autoridadades baleares en el acto de la Real Academia porque "estos gobernantes están atrincherados en una bola de autismo en la que no hay presencia alguna de cultura, algo inexistente para ellos, algo que no cuenta para nada".

El director de películas como El perfecto desconocido y El anónimo caronte, Toni Bestard, apunta que, "como mínimo, la consellera de Educación y Cultura [Joana Maria Camps] sí tendría que haber asistido" porque "no todos los días una escritora mallorquina entra en la RAE". En opinión del cineasta, los políticos "tendrían que poner más ojo en estas cosas", aunque ya se sabe que "a nivel de prioridades la cultura, para ellos, ocupa el último lugar".

El Premio Nacional de Cómic por Las serpientes ciegas, Bartolomé Seguí, también critica la "huida" que siempre realizan los políticos ante los "asuntos culturales" y asegura que les resulta "más fácil acudir a partidos de fútbol y de tenis que a actos en los que puedan sentirse incómodos".

Por su parte, Gabriel Quetglas, director en la Cartoixa de Valldemossa de la Celda de Chopin, uno de los ilustres viajeros que protagonizó el discurso de Carme Riera, considera "una falta de sensibilidad" hacia la cultura y hacia los mallorquines la ausencia de autoridades de instituciones públicas. "No sé si valoraron el alcance de esa decisión, pero lo que sí valoran es la sensibilidad popular que da el acudir a una final como la de Roland Garros", ironiza.

"Que le trasladen todos los interrogantes al responsable de Protocolo del Govern, Albert Candela. Quizá Bauzá estuviera constipado y por eso no fue", señala el músico Joan Bibiloni, para quien "no vale ningún tipo de excusa, ni lingüísticas ni nada de nada".

"No hi ha més, todo esto me entristece y me da vergüenza ajena", añade Bibiloni.

Otro músico, aunque de corte más clásico, el director artístico del Teatre Principal José María Moreno, tampoco sale de su asombro: "Que no acudieran los gobernantes isleños es algo muy sorprendente, porque el ingreso de Carme Riera en la RAE era un episodio muy importante a nivel cultural. La presencia de autoridades era necesaria, o mejor dicho, lógica, y ahí, no caben excusas", subraya.