La marea verde y su lucha contra el TIL vuelve a captar la atención en el digital
Los dos aviones que casi chocan cuando sobrevolaban Eivissa disparan todas las alarmas
El debate por la lucha contra el TIL parece no tener fin. Este viernes los docentes retomaron sus protestas con una nueva jornada de paro y la marea verde volvió a captar toda la atención de los lectores.
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Sin embargo, el conflicto en educación fue protagonista toda la semana con las distintas informaciones sobre este tema.
Así, la campaña de desobediencia civil al calendario de aplicación del decreto de tratamiento integrado de lenguas (TIL) que presentó la Asamblea de Docentes el pasado lunes, denominada Exercim el nostre dret a ensenyar en català, desató la polémica una vez más.
"Los ciudadanos tampoco creemos en proyectos impuestos y no consesuados, y por eso rechazamos la inmersión lingüística salvaje catalanista", se indignaba un lector contrario a las reivindicaciones de los profesores, a lo que otro replicaba: "El problema es que el TIL no garantiza el aprendizaje correcto de las tres lenguas y muy probablemente aumente el fracaso escolar".
Este viernes, la protesta de un millar de docentes frente a la Federación de Entidades Locales de Baleares (Felib) durante la Asamblea de Alcaldes, no pasó desapercibida y generó numerosos comentarios a favor y en contra: "Una forma inadmisible de presión", opinaba un lector, mientras que otro lamentaba la "oportunidad que han perdido los alcaldes del PP para mostrarse cercanos a sus ciudadanos" y criticaba "el sectarismo del partido, que ha sobrepasado el sentido común".
Mucho más impactante resultó la noticia de dos aviones que estuvieron a punto de colisionar cuando sobrevolaban Eivissa. La pericia del comandante de una de las aeronaves, que se dirigía a Palma, evitó el choque después de hacer una maniobra desesperada para descender mil metros de golpe.
También el viernes la imagen del hombre que posaba con cientos de tordos muertos -cuando solo está permitido cazar 18 por persona y día- provocó la indignación de muchos lectores en la edición digital y obligó al Consell a abrir una investigación.
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