Coro de Cámara Ars Antiqua

Església de Crist Rei de Manacor

Orquestra de Cambra de Llucmajor

Sebastiana Galmès, orgue

Xavier Gelabert, director

Rèquiem de Josep Ros

Fecha:01/11/13

Si no fuera porque grupos no profesionales, amantes de la aventura, se atreven con proyectos musicales a priori menores, si no fuera porque existen todavía grupos jóvenes con ideas, si no fuera por ellos, la programación musical de la isla estaría basada en los grandes nombres de siempre, en los que de por sí llenan auditorios y llaman la atención del melómano. Pero no; hay vida más allá de las sinfonías de Beethoven, de los conciertos de Brahms, de los Réquiem de Mozart, Verdi y Fauré€.

El concierto que comentamos es el que provoca esa reflexión, pues reúne las condiciones que comentábamos en el primer párrafo: se trata de grupos no profesionales (el Coro de Cámara Ars Antiqua y la orquesta de Cambra de Llucmajor que dirige Andreu Julià), dispuestos a interpretar una obra ajena al repertorio habitual como es el Rèquiem Sebastiani de Josep Ros. Una obra que si no fuera por la iniciativa de esas formaciones dormiría el sueño de los justos (curiosa expresión tratándose de un Réquiem), más de veinte años después de su estreno.

La obra merece ser divulgada. Merece que el gran público la conozca, pues posee valores musicales de gran nivel.

Entre la mística religiosa de Fauré y la tradición popular, Josep Ros construye una oración que atrae y conmueve. Llena de momentos líricos y etéreos (In Paradisum), que alternan con los clímax sonoros (Libera Me), esa obra, siempre espiritual, es un homenaje a la figura de Sebastià Rubí, hombre de letras que fue y un humanista fuera de su tiempo.

Fauré imprime carácter. Hay un antes y un después de él, por lo que a los Réquiem musicales se refiere. Ros los sabe y por eso utiliza estilos que el autor francés dejó para la posteridad. Es el caso del Pie Jesu, aquí también para soprano y orquesta.

Por lo que a la interpretación se refiere, repetimos que vale más la propuesta y el atrevimiento que el resultado musical. La crítica no puede hacerse a partir de la interpretación, en algunos momentos, débil. Debemos hacer la lectura en otra clave: en la del esfuerzo. Si esos dos grupos no se hubieran lanzado, hoy no conoceríamos esa obra que debe ser escuchada de nuevo. Enhorabuena a Xavier Gelabert, director acertado y preciso. Él vio en las notas de Ros un desafío que ha sabido llevar a buen puerto.