4 domingo, nanas

El príncipe Guillermo duerme al príncipe niño Jorge cantándole canciones de Coldplay, la banda del marido de Gwyneth Paltrow. Le tarareaYellow. O Paradise. Curiosamente, el primogénito de Carlos y Lady Di no es de ese tipo de música, pero de algún modo -empírico, es de suponer- ha descubierto que su hijo y heredero sí. Dice una fuente cercana de la pareja -la pareja es la que forman William, en inglés, y Kate, Catalina en castellano- que lo hace de forma "apasionada". Apasionado quiere decir que le pone pasión, pero el allegado se refiere más bien a que lo hace a voz en grito, y por lo visto poco entonado. Entonado de tono musical, no de haber ingerido bebidas alcohólicas. Más "politonal", por lo visto, es su hermano Enrique, tío de la criatura, que ya ha hecho temblar a la reina al anunciar que piensa llevarse a su sobrino de juerga. Isabel Pantoja también le canta nanas a su nieto. Ella es más de producto nacional que de Coldplay, donde esté lo nuestro que se quite lo anglosajón. Más de Mi pequeño del alma, que tanto valía para Kiko Rivera cuando era Paquirrín como para Francisquito, ya le pusieron el nombre con idea. Pero al menos Pantoja lo hace entonada (de tono musical).

5 lunes, buena pareja

Pues fíjense que los veo. Carmen Lomana y Mario Conde. Harían buena pareja. No tanto como para proporcionar las tardes de gloria que brindan o brindaron a los periodistas del corazón Cayetano Martínez de Irujo y Mar Flores, el conde Lecquio y Ana Obregón, el conde Lecquio y Mar Flores, etc, por no salirnos del segmento medio-alto. Porque si nos salimos, ahí ya cabe todo: folclóricas y toreros, divas maduras y cubanos jóvenes, concursantes de reality y concursantes de reality, princesas y matadores, princesas y camareros... A Lomana le va Mario Conde: "Sus ojos, su cara diabólica y su mirada fulminante". Cada cual tiene sus gustos. Estéticamente encajan. Pijillos ambos. Estirados los dos. Él, el cabello; ella, el rostro. Los dos con su pasado. Igual un "Carmen y Mario" también daba. Pero en aburrido.

6 martes, lo gordo se quita

Solo una madre de ahí, de las vísceras, como Belén Esteban, es capaz de clamar al cielo cosas como "Por mi hija mato". O como Susana Dosamantes. La mamá de Paulina Rubio ha salido como una fiera a defender a su cachorra. Pau ha ganado unos kilitos. ¿Y? La progenitora, que tiene la sangre caliente, salta. "¿Resulta que es pecado engordar? Que aviente la primera piedra quien no haya caído nunca en TTT: torta, taco y tamal. Como decía mi abuelita: Lo gordo se quita, lo estúpido, no". A Susana Dosamantes no hay que minusvalorarla. Hembra brava, la palabra de una mujer que ha protagonizado culebrones como La hiena, Infamia o Amada enemiga va a misa. Ya puede Colate atarse los machos.

7 miércoles, juego de tronos

La tarde en Palma era cálida y en el puerto deportivo se entregaban los diplomas del curso de vela. Froilán y Pablo, ante la solemnidad del acto, que recordaba a los del abuelo, cogieron el micrófono para gritar "¡Que viva España! ¡Que viva el rey!" La reina lo pasó por alto porque ya no se escuchan esas cosas por ahí. Sin embargo, Froilán se ganó una "colleja" de su madre y una bronca de su abuela por increpar a los paparazzi al estilo de Álex Lecquio Obregón cuando era una criatura de rizos dorados que mordía las "alcachofas" y rociaba a los reporteros con spray de serpentinas, y a Dios gracias que la madre no llevaba uno antivioladores en el bolso. Pero la tensión fue in crescendo en el transcurso de la merienda. Se dice que Froilán enarboló ante Pablo el palo de un pincho moruno, aunque la cosa no pasó a mayores. Porque el trono les pilla bastante lejos, pero otro coge la refriega entre Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, quinto en la línea sucesoria, y su primo, el también infante Pablo Nicolás Sebastián de Todos los Santos Urdangarin y Borbón, noveno, y se monta una película digna de Juego de Tronos.

8 jueves el posado

Los meteorólogos están muy equivocados. Aquí no hay solsticios que valgan. El verano no llega hasta que Ana Obregón posa en traje de baño. Da igual que el biquini sea ahora triquini, no importa si es en aguas de Mallorca, Eivissa o Málaga o sobre el asfalto de Madrid. La bióloga, actriz, cantante, bailarina, guionista y presentadora ha dicho que, amén de satisfacer una demanda de la humanidad, esta vez posa porque tiene que pagar la universidad americana de su hijo. Los hijos, la hipoteca. Lo mismo que empuja a una premio Planeta a un programa de telerrealidad, al padre de María José Campanario a airear asuntos de familia o a Jesulín a pegar capotazos desde un trampolín. Maldita necesidad. Marc Ostarcevic no, el ex de Norma Duval se exhibe en tanga porque sí. Maldita gratuidad.

9 viernes el gallinero

Meter a Víctor Sandoval en un campamento de verano friqui repleto de exploradores musculados es como poner al zorro a vigilar las gallinas. Ustedes ya me entienden. Lo mismo, pero por otro interés no carnal aunque igual de material que confiarle a Cayetano Martínez de Irujo el cuidado de la granja familiar del Palacio de Dueñas. Alfonso Díez, el duque consorte, le montó un gallinero a la duquesa en palacio porque a ella le hacía ilusión. La inversión ha dado sus frutos y los embriones, eclosionado y en la casa de Alba -y familiares, allegados y amigos- ya fríen huevos. Propios. En principio, la ilusión de Cayetana y Alfonso, cuando sean mayores (ella más que él) y se jubilen, con lo que les quede de pensión, es cuidar de su corral para autoabastecimiento. Pero el hijo anda ahora embarcado en el negocio gourmet marca casa de Alba y él no verá en el gineceo avícola pollitas de agua, guineanas, ponedoras o cluecas, sino gallinas de los huevos de oro. En fin, ya saben lo que dice el dicho popular, y esto vale lo mismo para los gallineros palaciegos que para los televisivos: cada gallo canta en su gallinero, y el que es bueno, en el suyo y en el ajeno. Que en todos los sitios se comen huevos. Y se montan pollos.