El pasado jueves en el Puerto de Andratx, las jóvenes Natalia Ferrer, Lorena Abrines y Bárbara Perelló fueron proclamadas Miss Turismo Illes Balears, y primera y segunda clasificadas, respectivamente, por un jurado de 16 miembros compuesto por medios locales y los gerentes de grandes superficies como Alcampo, Festival Park, el Ayuntamiento de Andratx o C&A. Puede que ya no exista Miss España, ni tampoco Miss Illes Balears. Pero eso no ha impedido a sus organizadores locales, la empresa Synetics Events, ponerse manos a la obra para buscar otro certamen suficientemente "serio" y consolidado para dar continuidad a los concursos de belleza en Mallorca. Y luego en España. Es por ello que el jueves se celebró -por los pelos, ya que la gala se suspendió inicialmente tras el incendio en Andratx- la primera edición de Miss Turismo Illes Balears, en la que participaron un total de 18 candidatas que aspirarán al concurso nacional por comunidades autónomas que se celebrará del 20 al 30 de septiembre en el Hotel Bellevue del Port d´Alcúdia. Este certamen pretende "suceder" al extinto Miss España, que llevaba más de 80 ediciones a sus espaldas, frente a las 16 que acumula el concurso con sede central en Nottingham, Reino Unido.

Tras el festejo de la gala -conducida por Virginia Quetglas y en la que actuaron Lorena Ares, Enzo Amos, Big Daddi y Flamenco Fussyon- las seleccionadas pasaron la mañana de ayer en el Hotel Horizonte, posando de nuevo en bikini, ya de nuevo con sus bandas. Una de las más afortunadas fue sin duda Lorena Abrines, quien muy "sorprendida" recibió hasta tres cintas: segunda clasificada, modelo Illes Balears y Miss Elegancia. Toda una suerte de la que se alegró mucho Natalia Ferrer: "Lorena y yo somos compañeras en la agencia de modelos donde trabajamos. Estoy muy contenta de que saliese segunda dama de honor", confesó la joven. Entre tanto, otra gran alegría no esperada fue la selección de la segunda clasificada, Bárbara Perelló. Se presentó al concurso "por casualidad", ya que se encontraba cenando en un restaurante con su familia cuando uno de los organizadores le propuso participar. "La que está más feliz es mi madre", reconocía. Ella es la única de las elegidas que no ha trabajado nunca en el mundo de la moda, aunque coincide, igual que Ferrer, con la idea de Abrines: "Aprovechar la belleza mientras dure".