Año 2005. Víctor (Celso Franco) es uno de tantos jóvenes de la calle que malvive como carretillero en uno populoso mercado de la capital de Paraguay. Se encapricha con tener un móvil de última generación (de entonces) con videocámara. El problema es que cuesta, de segunda mano, unos astronómicos 60.000 guaranís, equivalentes a cien dólares. Cuando unos carniceros le ofrecen ese monto por llevar siete cajas a un sitio seguro, se le abre el cielo.

7 cajas, nominada al Oscar el año pasado, salta de drama callejero a thriller y comedia de acción macabra. El guión recuerda, en momentos puntuales, a Sangre fácil, The warriors, Jo qué noche o Los olvidados, aunque queda muy lejos de esos (magnos) referentes, y no sólo por la escasez de presupuesto. La pareja de directores destaca sobre todo en el guión, la historia se va ramificando de forma gradual, incrementando el suspense con inteligencia y gracia. El retrato que hace de la situación social (inseguridad ciudadana, leve corrupción policial) es correcto, no cae en la tentación de moralinas o buscar compasión. También es atractivo, por real, la jerga que se habla, mezcla constante de castellano y guaraní. Y la mayoría de personajes dan juego, el protagonista inmaduro, su amiga con carácter, el poli bonachón, los carniceros ingenuos. Sin embargo cae en el maniqueísmo (los carretilleros rivales) y tics de telecomedia (el gafotas). La realización abusa en varios momentos de microcámaras tipo GoPro. Y la banda sonora es sobrecargada y redundante. En conjunto la película deja buen sabor de boca, una decente y entretenida ventana a la filmografía, la vida, de un país recóndito.

*7 Cajas

Nacionalidad: Paraguay, 100 minutos. Director: Juan Carlos Maneglia, Tania Shembori. Actores: Celso Franco, Lali González, Nico García, Paletita. Cines: Augusta.