El director Salvador Brotons y el gerente de sa Simfònica, Marcelino Minaya, protagonizaron ayer una tensa rueda de prensa que acabó en un cruce de desmentidos y acusaciones y que puso de manifiesto la diferencia de criterios sobre la dirección titular de la orquesta.

La convocatoria de la conselleria de Cultura presentaba como acto central de la misma el concierto número 6 de la temporada de abono de la formación, que tuvo lugar ayer en el Principal, pero todas las preguntas derivaron enseguida hacia la rescisión del contrato de Brotons, quien a partir del próximo mes de julio será sustituido en el cargo por el alicantino Josep Vicent, en un intento por parte de la gerencia de sa Simfònica de apostar por un modelo "que genere y no sea solo un ente de gasto".

"Temo por el futuro de la Simfònica, no solo yo, también los músicos. El país pasa por un momento difícil y en tiempos de crisis la cultura está muy vigilada", señaló un entristecido Brotons.

"Me voy disgustado, no estoy contento. Sé que un cargo como el mío tiene un final. Los directores no tenemos cargos vitalicios, sabemos que un día se acaban (...) Pero yo pensaba que iba a continuar. Todo esto obedece a una cuestión económica. Y si esto es lo mejor para la orquesta, yo no tengo ningún inconveniente. Yo quiero que la orquesta continúe", agregó.

Brotons, que ve como concluye su segunda etapa como batuta de la Orquestra -la primera, entre 1997 y 2001; y la última, entre 2009 y 2012-, aseguró que mantiene una "muy buena" relación con los músicos de la Simfònica. "Yo he sido músico y trato a estos como colaboradores, no como a mis esclavos", espetó.

El sucesor de Philippe Bender, otro director que también acabó a regañadientes con la gerencia en sus dos etapas como batuta de la ´Ciutat de Palma´, recordó que en los últimos tiempos aceptó una rebaja en su sueldo y que durante meses, en concreto "un año y 36 días", trabajó sin cobrar, "hasta anteayer", cuando recibió un montante de 80.000 euros.

"Este año me he rebajado el sueldo, y mucho, pero lo más importante es la continuidad de la orquesta. No quiero que se piense que el director solo viene aquí por dinero. Hice un esfuerzo económico -insistió- y hubiera aceptado seguir en el cargo cobrando lo que cobra el nuevo director (Josep Vicent)", quien ya ha conseguido un patrocinador privado y 70.000 euros de partida.

"Con los medios que hemos tenido hemos hecho cosas maravillosas", aseguró el director catalán, quien se definió a sí mismo como una "persona muy activa" a la que no le faltará el trabajo. "Tengo compromisos en Israel, una orquesta en Estados Unidos (la Vancouver Symphony Orchestra), soy el director titular de la Banda Municipal de Barcelona e imparto cursos de dirección de orquesta". En este sentido, Brotons acusó al gerente Marcelino Minaya de haberle reprochado que estaba "demasiado ocupado" en otros asuntos al margen de la Simfònica.

"Si queréis un director de prestigio, éste tiene que hacer otras cosas. Quizá tendría su ventaja si viviera en Palma y se dedicara exclusivamente a la Orquestra, pero también se quemaría antes", aventuró Brotons.

Por su parte, Minaya aseguró que el trato con el director destituido "siempre fue respetuoso" y que fue el pasado 4 de enero cuando se le comunicó mediante "conversación telefónica" la no renovación de su contrato. "Queríamos decírselo en persona, incluso hicimos la reserva del billete, pero él no pudo desplazarse por motivos de agenda. A Brotons se le comunicó el rumbo del nuevo proyecto, que viene derivado de la situación económica y del afán por convertir a la Simfònica en un eje vertebrador de muchos sectores", afirmó el gerente.

Vicent, actualmente de gira por Sudáfrica como batuta de la World Orchestra, "se adapta" al "drástico" cambio de rumbo que, en opinión de Minaya, necesitaba sa Simfònica. "Él sí tiene el compromiso de residir en Palma, ya busca alojamiento", confirmó Minaya, quien recordó que ostentará la titularidad a partir del 1 de julio.

¿Por qué se comunicó su fichaje a mitad de temporada? "Porque una temporada como la próxima, que es ambiciosa, necesita meses de trabajo previo", contestó Minaya.

Preguntado por la programación en la presente temporada de dos obras de Vicent, el gerente quiso despejar las sospechas: "No había una obligación tácita. Se recibieron muchas ofertas y se valoraron cada una de ellas. La decisión de cambiar de director se tomó en diciembre", dijo en un primer momento, aunque luego corrigió para añadir: "Fue el 19 de septiembre cuando decidimos apostar por un cambio de chip".