"¡Qué bien! Al fin una buena noticia", exclamaba una lectora al saber que el Govern, finalmente, no cerrará los hospitales Joan March y el General. El anuncio de esta decisión la dio el presidente del Ejecutivo balear, José Ramón Bauzá, el pasado martes en el debate sobre el estado de la Comunidad no dejando indiferente a nadie. "Menos mal que algo hacen bien, me alegro mucho", afirmaban algunos. "Parece que las protestas de los ciudadanos, la presión en la calle y las manifestaciones han conseguido que el Govern rectifique. Enhorabuena a todos los que han luchado por mantener abiertos estos servicios públicos", aseveraban otros.

Aunque la alegría fue unánime, también lo fue el sentimiento de indignación ante la angustia e incertidumbre que han sufrido los trabajadores y usuarios de los centros hospitalarios desde que se anunciara en abril la decisión de su cierre como parte del plan de ajuste económico de la Comunidad. "¿Cómo es posible que hasta ahora no haya habido ninguna solución? ¿Es que no piensan antes de alarmar a la gente?", se preguntaba un lector. Otros se mostraban escépticos ante el anuncio: "¿Qué van a pedir a cambio?¿Vamos a tener hoy una alegría y, al cabo de unas semanas, nos darán otra bofetada? No me fío". Al día siguiente, el conseller de Salud, Martí Sansaloni, anunció que mantener abiertos los hospitales se traducirá en despidos y reubicaciones de personal. Pero las palabras del conseller no disminuyeron el ánimo de los internautas que manifestaron que "ahora toca luchar para que no se reduzca la ya insuficiente plantilla de estos dos hospitales. Que recorten de otros lados". Muchos se preguntaban "¿cuándo se bajarán los políticos los sueldos, las dietas? ¿Cuándo se quitarán asesores que no asesoran? ¿Cuándo darán ejemplo?".

En definitiva, los lectores coincidieron en que, pese a la crisis "lo más sagrado es el buen funcionamiento de los hospitales, las clínicas y demás centros que proporciona asistencia a todas las personas del planeta".