Los amantes del bolero tienen una cita ineludible este sábado a las 21 horas en el Auditòrium de Palma ya que el trío Los Panchos presentará La magia del bolero, con el que pretenden deleitar a su "público más fiel". El director del grupo, Gabriel Vargas (conocido como Gaby), promete que los espectadores pasarán una "velada entrañable", llena de melodías que son la banda sonora de tantas generaciones como Si tu me dices ven, El Reloj o Sin un amor.

"Encantado" de volver a visitar la isla, Vargas desvela el secreto de esta música: "El bolero tiene la magia de poder transmitir con sus melodías, letras y pasión del intérprete los sentimientos más profundos de amor y desamor. Por un bolero se ha enamorado mucha gente. En particular, seis generaciones con la música de Los Panchos. Y eso solo puede ser una cosa de la magia".

El trío está formado por Gabriel Vargas, director, ´requintista´ y tercera voz; Jaime Islas y Taurino Vargas, primera y segunda voz respectivamente. La formación actual lleva actuando 20 años desde que falleció el mítico Chucho Navarro. Durante estas dos décadas han recorrido "todos los escenarios del mundo" para transmitir esta magia del bolero. Vargas detalla que llegan a la isla procedentes de México y, tras el concierto del Auditòrium de este sábado, se trasladarán a Ecuador para actuar junto a Julio Iglesias. Luego, "volvemos otra vez a España para seguir visitando e inundando de romanticismo a nuestro querido público".

Una de sus letras más conocidas es la de Si tu me dices ven lo dejo todo. Aunque la sociedad de hoy en día parece que no tiene tiempo para melodías, Vargas asegura que "el romanticismo siempre ha existido y lo seguirá haciendo aunque sean tiempos difíciles". De hecho, recomienda un bolero para hacer más soportables estos tiempos de dificultades.

Gabriel Vargas lleva 34 años en el trío. Relata que empezó con siete años cuando el fundador Alfredo Gil le adoptó para perfeccionar su técnica con el instrumento requinto. A los 15 años empezó a sustituirle hasta que en 1978 le legó su sitio. Con la muerte de Chucho Navarro en 1993, el otro componente, Rafael Basurto, dejó el grupo pero pretendía usar el nombre de la formación. Tras "arduas vicisitudes", Vargas concluye que la Corte de Florida se lo prohibió y sentenció que él podía continuar el legado.