„¿Todavía hay que tener miedo al terrorismo islamista?

„No sé si miedo, pero en estos momentos en España hay que tener cautela.

„Usted asegura que la Alianza de Civilizaciones "no sirve para nada". ¿Podría ser más concreto?

„En la vía internacional hay que guiarse por el realismo y el pragmatismo y no dejarse llevar por la retórica y la buena voluntad. La Alianza de Civilizaciones era un traje bienintencionado que no analiza la realidad. Tenemos un problema con el mundo islámico, con independencia de que utilicen la violencia o no. El Islam es un poder totalizador para todos aquellos que lo practican y nosotros tenemos una concepción abierta y laica del mundo.

„¿Qué es mejor para la estabilidad internacional que usted defiende?¿las ´primaveras árabes´ o los caudillos laicos que contienen el integrismo religioso?

„Ya estamos en la primavera árabe. Aunque no sé si llamarlo primavera árabe o invierno árabe, en cualquier caso, estamos en la época del postcaudillo laico y con eso tenemos que vivir.

„Para usted, el actual "no es el mejor momento" de España en el mundo.

„Cuando un país está interiormente fragilizado es muy difícil poder mantener una presencia internacional activa. Primero hay que poner en orden la casa y ya después recuperar la presencia en el mundo.

„¿Cómo son en estos momentos las relaciones entre España y EE UU?

„Son buenas, pero no hemos recuperado la intimidad que tuvimos en los tiempos de George W. Bush. Habíamos tenido buenas relaciones antes. Aznar y González se llevaron bien con Clinton y hasta tuvimos a un español al frente de la OTAN. Eso se rompió estúpidamente en diez minutos por la política de Zapatero y no hemos llegado a recuperar aquel nivel de cercanía. Con EE UU hay que mantener una relación de proximidad, lo que no quiere decir que estemos de acuerdo en todo.

„¿Cree usted que la sociedad española es hostil con EE UU?

„Tradicionalmente ha habido un elemento muy fuerte de antiamericanismo en la sociedad española. Aún así, en estos momentos no estamos tan lejos como en 2003 con la invasión de Irak.

„¿Cómo se vivió en Washington aquellas manifestaciones de 2003 y 2004?

„Preocupadamente. Hay que tener en cuenta que teníamos una relación privilegiada, aunque se criticó mucho. Pero ser amigo del país más poderoso de la tierra genera beneficios. Tras los atentados del 11M, la manifestación de solidaridad por parte de EE UU fue impresionante. Eso se rompió tres días después porque muchos estimaron que España votó lo que querían los terroristas. Y se torció todavía más cuando Zapatero anunció la retirada de las tropas de Irak sin avisarles y cuando los soldados ya estaban bajo mandato de la ONU.