Como cita el refranero, lo perfecto es enemigo de lo bueno. Tony Kaye (American history X) se asoma al agujero negro de la educación en las zonas más desfavorecidas de Estados Unidos. Las desigualdades en Norteamérica, flagrantes en sanidad y educación no son novedosas, en los últimos años hemos visto excelentes filmes como Half Nelson, Precious o Profesor Lazhar. El profesor cuenta un mes en la vida de un profesor suplente en una gran ciudad, sus problemas personales (un abuelo moribundo, un trauma infantil) y profesionales. El guión antepone ambición a verosimilitud. Por un lado no llega a ofrecer un planteamiento mínimamente novedoso. Por otro martillea, sin apenas matices, con la desidia de los alumnos, la indefensión de los profesores y la mezcla de inopia e inepcia de los responsables políticos. Además se dispersa con tramas prescindibles (la prostituta juvenil a la que acoge el protagonista), cruza en varios momentos la raya del melodrama y tiene desconcertantes omisiones, como la ausencia de armas o teléfonos móviles. En la realización Tony Kaye, en vez de buscar un discreto segundo plano para que el espectador se meta bien en la historia, da dos pasos adelante: cámara nerviosa, montaje impaciente, iluminación desconcertante y música excesivamente lírica. En el reparto Adrien Brody también peca de exceso de trascendencia; más creíbles se muestran James Caan o Sami Gayle.

Aunque El profesor abusa de clisés y peca de un preciosismo formal extemporáneo, su vocación, su denuncia, no dejan de ser candentes y loables. Y nos recuerda que, si no cambia la dinámica actual, nuestro sistema educativo sufrirá miserias e injusticias similares dentro de poco.

El profesor

Nacionalidad: Estados Unidos,

97 min.

Director: Tony Kaye

Actores: Adrien Brody, Cristina Hendricks, James Caan, Sami Gayle

Cines: Rivoli