Para el cincuenta aniversario de James Bond los productores no han ahorrado medios ni ambición. En primer lugar, en la dirección. Hasta ahora fichaban a figuras de segunda (Martin Campbell, Marc Foster) talentosos, inquietos e irregulares. Sam Mendes (Camino a la perdición, American Beauty, Revolutionary road) no es Spielberg o Scorsese pero está en un escalón superior. Su impronta se aprecia a lo largo de todo el filme. Reduce a lo imprescindible las escenas de acción machacona, ajusta el ritmo a una cadencia media y potencia la fotografía, con secuencias como la pelea en Shanghái con luces de neón al fondo o la persecución nocturna final por el páramo escocés que se quedan grabadas en las retinas.

Con los actores ha ocurrido lo mismo: Afianzado Daniel Craig en el liderato, se echaba en falta un rival a su altura. Los 'malos' de anteriores entregas eran los semidesconocidos Mads Mikkelsen y Mathieu Amalric. A Javier Bardem le avalan (y no es por chovinismo) además del Oscar un cuajo, una intensidad y una variedad de recursos interpretativos que le convierten en uno de los mejores actores mundiales del momento. De hecho en su primera escena de esta película se zampa crudito a Daniel Craig. Compone un afeminamiento muy elaborado, recordándome incluso a Heath Ledger en El caballero oscuro. Judi Dench sí está a su altura, monumental, y Ralph Fiennes se les acerca.

Una tercera muestra de la nueva etapa que inicia Bond es que, por primera vez en la historia de la franquicia, finaliza con un "continuará", lo cual hace presumir que veremos de nuevo a Bardem y Fiennes. Skyfall no deja de ser una película de acción y no deja de ser un capítulo más de James Bond, pero es el mejor en décadas, con una combinación precisa y actualizada de suspense, nostalgia y glamour.

Skyfall

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Nacionalidad: Reino Unido. Estados Unidos, 143 min. Director: Sam Mendes

Actores: Daniel Craig, Javier Bardem, Judi Dench, Ralph Fiennes

Cines: Augusta, Ocimax, Porto Pi Terrazas, Cinesa Festival Park, Multicines Manacor