Claudio Biern Boyd. Productor, guionista y director de series animadas. El fundador y presidente de BRB Internacional celebra el treinta cumpleaños de los míticos dibujos infantiles ´D´Artacán y los tres mosqueperros´ con el anuncio de una película en 3D para la Navidad de 2014. El mallorquín, con varios proyectos en marcha, ha sido propuesto por el Ayuntamiento de Palma para leer el pregón de la Festa de l´Estendard.

-D´Artacán y los tres mosqueperros cumple 30 años. ¿La efeméride servirá de excusa para recuperar la serie?

-En efecto, por el aniversario de D´Artacán estamos preparando los argumentos para una película en 3D que podría estrenarse en la Navidad de 2014 o a principios de 2015.

-¿Qué va aportar el 3D a su versión canina sobre la novela de Alejandro Dumas? Uno tiene la sensación de que se abusa de la espectacularidad de esta técnica sin que su uso esté justificado.

-Estoy de acuerdo con lo que dices. El 3D se ha puesto muy de moda. Y tengo mis dudas sobre su viabilidad porque encarece la producción y la entrada de cine. Es un tema que estamos considerando. El caso es que las distribuidoras nos han pedido que hagamos la película en tres dimensiones.

-¿Cómo van a modernizar a D´Artacán? ¿Le pondrán un piercing?

-(Risas) Vamos a darle un lenguaje más audiovisual a todo, incrementando la riqueza, el volumen de personajes y la presencia de la música en la historia gracias a la tecnología digital. De lo que se trata es de usar la tecnología y de ponerla a nuestro servicio, lo que pasa es que a veces tengo dudas de quién usa a quién. El guión de D´Artacán ya es estupendo: hay buenos, malos, amor, mucha acción. Lo que funciona nunca hay que tocarlo.

-La exitosa Bob Esponja de Stephen Hillenburg tiene un trasfondo ecologista muy interesante sin llegar a ser un producto pedagógico. ¿La animación infantil debe transmitir siempre valores?

-Sí, yo lo he hecho siempre y lo sigo haciendo. En D´Artacán están los valores de libertad, lealtad y amistad. Con David el Gnomo fuimos unos adelantados con el tema del ecologismo. La constancia y la tenacidad están en La vuelta al mundo de Willy Fog. Pese a ello, decir que el primer objetivo de una serie no es la transmisión de esos valores, porque si uno se centra directamente en el didactismo puede caer en la rutina, la pesadez y el rechazo por parte del espectador. Este tipo de mensajes se exponen cuando la acción lo permite.

-¿Es una osadía hacer hoy día animación en España?

-Siempre lo ha sido. Incluso creo que antes más. La tecnología está facilitando las cosas y el mercado está muy segmentado: hay gente que desarrolla aplicaciones para tabletas o dispositivos móviles, otros se dedican más al videojuego... Hay muchos soportes para la animación. Lo que sí creo es que España tiene de los mejores creativos de animación del mundo. Las potencias son EE UU y Japón, vale, pues tienen un mercado mucho más amplio. Nosotros somos un país de 40 millones de habitantes que miramos a Sudamérica o a Europa, un mercado complicado donde hay muchos países y muchas lenguas.

-¿Sigue vinculándose la animación a los niños a pesar de Los Simpson o South Park?

-Sí. De entrada el dibujo animado se asocia a los niños. Pero todo va evolucionando. Hace tiempo que se sabe que tanto el padre como la madre van al cine con sus hijos los fines de semana, y por eso los guiones de Pixar, por ejemplo, están subiendo mucho el nivel. Por otra parte, los niños están creciendo muy rápido en todo lo referido al desarrollo de las ideas. tanto es así que es muy posible que Bambi sólo la aguantaran diez minutos, mientras que los padres igual llorarían como una magdalena por la nostalgia que les produce el cervatillo. Para mí el dibujo animado tiene una ventaja por encima del cine tradicional: y es que no envejece.

-¿Sería posible en España una serie de dibujos crítica como Los Simpson?

-No. A nivel de producción sí que es factible, en cambio a nivel de comercialización no. Ninguna cadena la aceptaría, son todas muy conservadoras.

-¿Miedo a la autocrítica con un tipo de serie así, en la que arremeten contra la propia cultura americana?

-Sí. En España no hay autocrítica a lo que somos en ningún producto, excepto en algún programa periódico que se hace aquí en Cataluña, como Polònia o Crackòvia.

-De pequeña no quería que los dibujos me trataran como si fuera una niña.

-Exacto. Es que el niño es mucho más listo de lo que nos creemos, por eso hay que tratarlo de tú a tú. De ahí que nosotros hayamos adaptado textos de Dumas, Salgari o Verne, destinados a adultos. Creo que la distinción entre adultos y niños es peligrosa. A los pequeños hay que darles más responsabilidad.

-Hay una decena de canales temáticos especializados en niños que emiten durante 24 horas dibujos animados. ¿Hay producción suficiente para cubrirlos?

-De los diez que hay sólo nueve son norteamericanos. Ya te puedes imaginar que colocan su producto. Por otra parte, es cierto que se repiten muchas series y capítulos, pero está demostrado que un niño puede ver un mismo episodio tres o cuatro veces sin cansarse. Es más, le encanta verlos muchas veces porque controla el final, lo conoce. Algo que no le sucede en una etapa de su vida que cada día descubre cosas nuevas.

-¿Por qué cultura y educación son dos palabras tabú en la industria del entretenimiento?

-Porque se han confundido con aburrimiento. Se puede culturizar entreteniendo. Hay que combinar las dos cosas.

-Bush desaprobó Los Simpson con la siguiente afirmación: "Vamos a seguir tratando de reforzar la familia americana haciendo que ésta se parezca más a los Walton y menos a los Simpson". ¿Pueden considerarse peligrosos unos inocentes dibujos?

-Cualquier cosa en la vida es peligrosa o no dependiendo del uso que se le dé. De acuerdo que puede haber problemas con los dibujos, pero el niño no es idiota, sabe distinguir perfectamente entre lo que es ficción y lo que es realidad. Lo que sí creo que puede influir negativamente a veces son las palabras soeces o en cómo los personajes se tratan entre sí.

-Las leyes también afectan a los dibujos. Recuerdo cuando en Inglaterra tuvieron que eliminar de los fotogramas los cigarrillos que se fumaban Tom y Jerry. ¿No es eso adulterar la naturaleza original de la historia?

-Estamos obligados a cumplir la ley. Si la sociedad evoluciona, nosotros también con ella. Es cierto que los dibujos son fantasía y que probablemente sean inofensivos, pero no hay más remedio que cumplir la ley. Si un país me pidiera que eliminara las pipas que se fuman los gnomos, tendría que hacerlo.

-Lara aseguró la semana pasada que si Cataluña se independizaba el Grupo Planeta se tendría que ir. ¿Sería el caso del estudio de creativos de BRB Internacional en Barcelona?

-No nos lo hemos planteado. Si sucediera, ya veríamos qué hay que hacer. A mí me daría igual porque los dibujos son universales, no están supeditados a una lengua determinada. Es un producto más universal y no importa tanto el lugar donde lo produces.