A partir de un rodaje en la selva brasileña, el actor Sergio Villanueva (Valencia, 1972) empezó a bucear en sus orígenes a lo Proust. De aquella experiencia surgió su segunda novela, Laberinto de celuloides (Alupa), donde narra una historia sobre el modo en que las vivencias se vuelven recuerdos y cómo esos recuerdos pueden torturarnos o salvarnos si somos capaces de reconciliarnos con ellos. "Empecé a pensar y a preguntarme por qué me había hecho actor, y arranqué con una serie de notas en el hotel. Me di cuenta de que mis recuerdos eran como retales de películas", explica el autor, que ayer presentó su libro en Literanta junto al dramaturgo Jaume Pujol. "Es un libro, ambientado mayormente en Mallorca, que invita a que el lector se dé cuenta de que todo el mundo lleva una novela dentro, y de que regresar a situaciones emocionales del pasado con el tsunami materialista que vivimos ahora es terapéutico, sanador y curativo", concluye.