'Millenium': Exquisita pero innecesaria (por A. Dopazo)

Una adaptación tan exquisita, correcta y fiel al original como innecesaria. Sobre todo porque apenas han pasado dos años de la primera y también espléndida versión del danés Niels Arden Oplev, que constituyó un éxito notable en las pantallas de todo el mundo, incluidas las españolas. De ahí que el trabajo de David Fincher, uno de los más destacados cineastas de Hollywood de los últimos años, no vaya a tener, al menos entre nosotros, la respuesta que merecía. Pero es obvio que las imágenes del primer texto de la trilogía del desaparecido novelista sueco Stieg Larssen están todavía demasiado presentes en la memoria del aficionado como para que suscite una nueva revisión. Aun así, su visión se agradece y constituye un modelo de cómo llevar al cine en su auténtica esencia un libro que vendió más de cuarenta millones de ejemplares en todo el mundo.

Aunque comparando ambas versiones, es probable que ésta de Fincher sea superior, la victoria sería en todo caso por los puntos y teniendo en cuenta que el mérito de la cinta previa de abrir un camino de forma tan eficiente no hay que dejarlo ni mucho menos de lado. Lo que sí salta a la vista es que ambas cintas, con un metraje que supera las dos horas y media, son gemelas y mantienen un nivel de identidad considerable que solo se rompe en la solución estética y en el énfasis que adquieren determinados momentos. Los actores, por otra parte, se desenvuelven con parecida efectividad, especialmente la revelación en ambos casos de la actriz que incorpora a la hacker Lisbeth, Naomi Rapace en la cinta previa y Rooney Maara en la que ahora vemos. Daniel Craig, por su parte, confirma que tiene hechuras de actor para superar el estigma de James Bond. El guión del oscarizado Steven Zailian no hace más que profundizar en la literatura original, permitiendo que el espectador se integre de lleno en una trama apasionante.