"Esto es la estocada final al legado de Cela en Mallorca", afirma Fernando Corugedo, quien fue el secretario del Nobel en la isla. El traductor asturiano se refirió así a la pérdida de los bienes mallorquines del escritor por parte de las autoridades isleñas, una información adelantada ayer por DIARIO de MALLORCA. El hecho de que Galicia sí esté interesada por el patrimonio del autor de La familia de Pascual Duarte, a diferencia de las instituciones locales, no extrañó a Corugedo. "¿Qué quieres que te diga? Si ya dejaron escapar la otra fundación que era importantísima, tampoco es tan sorprendente que ahora suceda esto", indicó. "En la anterior ocasión estaban todos los originales de Papeles de Son Armadans, primeras ediciones maravillosas del escritor, una biblioteca impresionante y manuscritos entre otras cosas, y todo ello se dejó escapar estúpidamente. Me parece lamentable que lo que quedaba también se vaya a perder ahora, porque al menos algo habría", prosigue el traductor, quien rememora las palabras de un exconseller de Cultura en tiempos del Govern Cañellas cuando declaró a un medio de comunicación que no se llevaría a una isla desierta Mazurca para dos muertos", novela que el Nobel publicó en 1983.

Galicia ha vuelto a ganar la partida, porque probablemente acogerá los bienes inventariados que forman parte de la Fundación Charo y Camilo José Cela, que nació en octubre de 2010.

Por su parte, el escritor y articulista de este periódico Eduardo Jordá opinó que "debería haber un legado de Cela en Palma". "Lo ideal hubiera sido que las instituciones hubieran comprado la casa de La Bonanova para conservarla y hacer allí un pequeño museo. Ésa es mi idea, y supongo que ésa era la idea de Cela Conde", señaló.

La historia de la Fundación Charo y Camilo José Cela arrancó en 2003, cuando murió la madre del catedrático de la Universitat de les Illes Balears. El antropólogo fue descubriendo poco a poco el legado que había ahí: un material de interés académico, histórico y museístico que interesó en un primer momento a las autoridades locales que gobernaban. En concreto, del Partido Popular. Era la época de Jaume Matas en el Govern y de Catalina Cirer en el Ayuntamiento. Con el anterior Pacte al frente de las instituciones, la cosa tampoco quedó cerrada. Así las cosas, Jordá se cuestiona: "Si había dinero para Nóos, dirigida por extraterrestres, no entiendo por qué no se le prestó la atención debida al legado del Nobel. Puedo comprender la política de austeridad de ahora, pero después del dinero tirado al mar con otros proyectos que no han reportado nada a Palma, aún entiendo menos lo sucedido", declaró. "Cela es un bien para la ciudad. Creo que se tendría que haber intentado recuperar la extraordinaria casa de La Bonanova", concluyó.

Por último, las palabras de la profesora de la UIB María Payeras estuvieron en línea con las pronunciadas ayer por la rectora Montserrat Casas. "Es una lástima que no se quede aquí. En vida de don Camilo ya hubo unos intentos para que gran parte de su legado se quedara en la isla, pero el final ya lo conocemos todos. El de Cela es un legado importante y nos gustaría que perteneciera a Mallorca porque aquí es donde desarrolló buena parte de su vida creadora", afirmó.

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