La web España es Cultura copia la metodología del extinto España directo: está hecha con mal gusto y derrama topicazos. El portal recién creado por el ministerio de Cultura tiene, a primera vista, buenas intenciones (como toda cosa política): poner a disposición de los ciudadanos y extranjeros una herramienta única con toda la oferta cultural del país. La finalidad de estas historias es la misma de siempre: potenciar la economía de la industria cultural y el turismo. El problema es que a este escaparate virtual le hace falta una capa de modernidad y menos ruta de piedras viejas. Hacer una web de este tipo no debería consistir en volcar guías turísticas con los cuatro puntos de interés de siempre sino en dar información actualizada de festivales, carteleras de teatro, exposiciones y conciertos. En este punto, España es Cultura es un gran agujero negro (también de dinero público, porque así como está no sirve para nada). Quien ha hecho la web o no se ha devanado los sesos y es un vago de tomo y lomo, o no tiene ni idea de qué pasa en España a nivel cultural. Actualizar es trabajoso y leñoso, al igual que jerarquizar (que implica conocimiento), pero son tareas primordiales para que la gente venga a nuestro país a hacer turismo cultural. Para que éste funcione no sólo hay que tener una oferta atractiva, sino parecer que la tienes explicándola muy bien. ¿Acaso no es ésa la función de la estética? Pues hagámoslo todo un poco más estético, que el mundo ya es muy feo.

El listo que se ha encargado de elaborar la información relativa a Mallorca en dicha web es el mayor enemigo de estos pagos. No se nos promociona; se nos degrada. Ni aparecemos en la portada ni en ninguna recomendación de sus distintos apartados. A Mallorca hay que buscarla con lupa, parece una de las Columbretes. En el mapa isleño aparecen 150 lugares de interés entre pueblos (no hay ni una línea sobre ellos), museos, galerías, algún festival (se deja muchísimos), teatros y, eso sí, el musical Mamma Mia. Ya les digo, información contrastada y de primera mano. Si usted va ahora mismo al Auditòrium a comprar entradas de dicho espectáculo le mirarán como a un elefante en una cacharrería y le dirán que se ha equivocado de año. Si la cosa va con retroceso, huelga decir que para el ministerio de Cultura la Serra de Tramuntana aún no es Patrimonio de la Humanidad. Menudo favor nos hacen.

Si en internet se nos maltrata, en papel estamos que nos salimos. En los kioscos pueden encontrarse a partir de hoy dos publicaciones que atienden aspectos culturales y sociales de la isla. Por una parte, el número de julio de la revista Enderrock entrega encartado el cedé Alegria revisitat. ¿A qué nos suena "Alegria, ses velles se xapen de riure"? Hace una década que Joan Miquel Oliver compuso para Antònia Font las canciones de este disco, ahora homenajeado. Tomeu Penya interpreta Alegria. Otro mallorquín en el álbum-tributo, Oliva Trencada, ha hecho lo propio (a él le gustaría más que dijera "lo impropio") con Alpinistes samurais. Y Marcel Cranc ha elegido Vos estim a tots igual. Otros nombres que han participado son: Mishima, The New Raemon o La Bien Querida. Este disco homenaje es una cata de otro más completo que saldrá a la venta en otoño. La otra revista que nos lleva en portada es la Harper´s Bazaar: Rafa Nadal, Cristina Macaya o el galerista Pep Pinya son algunos de los convocados en sus páginas. Ha empezado el verano.