Los más jovencitos, con vaqueros y camisetas de colores llamativos. Los padres, cámara en mano, captando el momento. Éste era el uniforme oficial de la tarde de ayer en la plaza Major de Palma. Se suponía que lo que iba a suceder a continuación sería una sorpresa. Pero es imposible ´esconder´ literalmente a 300 chiquillos inquietos, ávidos de empezar a bailar y enseñar lo aprendido en unas cuantas horas. Así que, cuando sonó la música, el público -turistas en su mayoría- ya estaba perfectamente preparado, dispuesto a aplaudir.

A pesar de que el volumen estaba al máximo, saber, a la primera, que lo que se escuchaba era el popular tema de Lax´n Busto, T´estimo molt, fue tarea complicada. Menos mal, que muchos de los participantes acompañaron este ´flash mob´ bailarín también con su voz. "Estamos un poquito nerviosas porque no imaginábamos que iba a venir tanta gente, pero supongo que nos saldrá igual de bien", decía Irene Francis y sus amigas de 4º de Primaria del colegio Mata de Jonc antes de arrancar la actuación. "Ha sido duro porque hemos tenido que ensayar bastante", apuntaba Claudia Conejos, del Cide. Estas escuelas cooperativas junto a las de Es Liceu y Aula balear fueron las responsables de llenar de ritmo la tarde de compras de ayer en el centro de Ciutat. Y lo hicieron, entre otros motivos, "para reivindicar la importancia de la educación artística en los colegios", en palabras de Bruno Vanrell, coordinador de la iniciativa.

Hasta dos veces tuvieron que repetir coreografía -ideada, en su mayoría, por Ramon Ginard- los escolares, de edades comprendidas entre los 8 y los 15 años. Hubo también algunos espontáneos: los hermanos más pequeños de los bailarines y algún que otro grupo de amigos que pasaba por allí de casualidad y se sumó a la fiesta, breve pero intensa.