El Mar i Terra vuelve a ser una realidad. Cuarenta años después de que cerrara sus puertas, el edificio del barrio de Santa Catalina (carrer Sant Magí, 89-91) se reencontrará hoy con los espectadores, en el transcurso de un acto inaugural que incluirá la proyección de un documental que explica en qué han consistido las obras de rehabilitación a las que ha sido sometido en los últimos catorce meses, con un coste total de 2,9 millones de euros.

El edificio, obra de Josep Segura, tiene su origen en 1898, cuando se fundó la Societat Mar i Terra, que tenía un carácter lúdico e instructivo y disponía de teatro. Fue el primer espacio de la zona para el ocio y la cultura, ofreciendo durante décadas entretenimiento para jóvenes, conferencias y clases de baile e instrumentos populares musicales, pero para desgracia de sus vecinos, cayó en la penumbra en la década de los años setenta. El ayuntamiento, con el objetivo de avanzar en la descentralización de los equipamientos culturales de Palma y de ofrecer a la ciudadanía los usos tradicionales de este espacio, lo adquirió en 2004 y decidió rehabilitarlo.

Su joya, el Espai Escènic, con capacidad para 150 personas con grada –sin ella llegará hasta las 180–, se encuentra en la primera planta y ha sido reformado con respeto a su construcción original. El escenario ha ganado en extensión, hasta los 70 metros cuadrados, y los coquetos palcos que lo flanquean han quedado inutilizados por motivos de seguridad, así como los laterales, que serán ocupados por los técnicos del teatro. Las telas policromadas primigenias que pendían sobre el escenario han sido sustituidas por otras ignífugas que reproducen las originales.

"No queremos que el Espai Escènic sature ofertas ya existentes en Ciutat, sino que ayude a complementar y llenar vacíos que se producen", señaló ayer la concejal de Cultura, Nanda Ramon, quien avanzó la intención de convertilo en plataforma para grupos de música joven, espectáculos de pequeño formato, proyecciones de audiovisuales o representaciones de teatro escolar. En su escenario no se escenifica ninguna obra desde los años 40.

Al edificio se accede por un callejón peatonal que atraviesa los bajos del Mar i Terra. A la derecha queda la AulaFolk, espacio reservado a la promoción y difusión de la cultura popular de raíz tradicional. En él se programarán talleres, conferencias y otros actos relacionados con este campo; la Setmana de Cultura Tradicional que empieza este sábado lo utilizará como centro de operaciones. A la izquierda, también en la planta baja, la Escola Municipal de Teatre tendrá su sede de ensayos, con diferentes grupos: infantil, preadolescentes, adolescentes y adultos. Habrá cursos monográficos durante el curso escolar.

La inauguración, a la que están invitadas 200 personas, arrancará hoy a las cinco de la tarde con la llegada de las autoridades. En los parlamentos intervendrán, entre otros, la alcaldesa Aina Calvo. A las siete se proyectará el citado documental; a las ocho, el bestiari festivo de Mallorca, venido de Alaró, Esporles, Muro y otros pueblos, protagonizará un pasacalles. El baile lo pondrán los gegants xeremiers y la música en directo, a las 21 horas, sonará en la plaça Verge del Miracle, con Ximbomba Atòmica.