Joan Parets, rector de la parroquia de Campanet y responsable del centro de investigación sobre el canto de la Sibila, atribuye el mérito del reconocimiento de la Unesco a todos los que han cantado alguna vez esta pieza tradicional navideña y han asegurado su pervivencia. A sus 70 años, este sacerdote amante de la música no daba crédito a la noticia: "No me lo esperaba, nadie nos lo esperábamos. Pensaba que iba a ser más difícil pero creo que todos los candidatos españoles hemos tenido suerte", comentó ayer, en una tarde que calificó de histórica. Para Parets, como para muchos mallorquines, el reconocimiento de la Unesco es un "acontecimiento único", el más importante para este drama litúrgico y canto gregoriano desde que fue declarado Bien Inmaterial de Interés Cultural.

Por su parte, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, aprovechó su intervención en la sesión de control al Gobierno del Senado para felicitar a todos los mallorquines.