Es un apasionado del chocolate, tanto, que aunque le gustaría decir con rigor científico que no engorda, no puede. Eso sí, destaca una y otra vez la multitud de beneficios de este alimento originario de América del Sur y que hace las delicias de millones de personas en todo el mundo. El profesor de Bioquímica y Biología Molecular, Francesc García, que hace una semana impartió una cata de chocolate dentro de la Semana de la Ciencia organizada por la Universitat de les Illes Balears (UIB), desmonta mitos sobre el cacao para DIARIO de MALLORCA.

-Dígame que el chocolate no engorda, que lo que engorda es el pan.

–Pues no puedo. El chocolate tiene un promedio de 500 kilocalorías cada cien gramos. Pero, por si sirve de algo, es muy saludable y su consumo es aconsejable, al igual que el del vino. Eso sí, todo en cantidades prudentes.

–¿Qué tiene de beneficioso?

–En el caso concreto del chocolate está demostrado que actúa como antidepresivo suave. Al comerlo, inducimos la formación de triptófano, base de la serotonina, que es lo que hace sentirnos bien.

­-Una onza de chocolate cura todos los males...

-(Risas) Si y no. Hay que destacar que ningún alimento sustituirá nunca a un fármaco. Es decir, no por comer determinada fruta o verdura no vamos a sufrir tal o cual enfermedad, aunque siempre es mejor una dieta saludable. Lo que sí podemos es analizar las sustancias de un producto y saber en qué nos puede ayudar... pero que nadie espere un milagro.

-Sigamos con las virtudes.

-Es antioxidante, lo mismo que el vino. También tiene vitaminas, como el potasio y el ácido fólico, pero son poco relevantes. ¡Ah!, y es bueno para controlar la tensión en personas con una hipertensión moderada.

-¿Y eso de que dicen que el chocolate es afrodisiaco?

-Falso, y tampoco es sustitutivo del sexo. Lo que pasa es que contribuye a que nuestro organismo genere una mayor cantidad de endorfinas y eso se traduce en una especie de placer hedónico, que contribuye además a calmar la ansiedad. No hay ningún alimento que en sí mismo sea excitante. Influye más bien el ambiente y la predisposición de las personas. Vamos, que si un chico y una chica que no se gustan se sientan a comer ostras, canela, chocolate y todos esos productos que dicen que son afrodisiacos no van a acabar juntos. Seguro. Hace falta algo más que una cena afrodisiaca para despertar la química.

-¿Hay alguna razón científica que explique porqué nos gusta más a las mujeres que a los hombres?

–Seguro que la hay, aunque no la conozco. Lo que sí está demostrado es que los días antes de que una mujer tenga la menstruación consume mucho más chocolate. Son más adictas aunque aún no podría demostrarlo de manera científica. Supongo que tendrá que ver con las hormonas.

-¿Chocolate blanco, con leche o puro?

-Para mí, el chocolate blanco no es chocolate porque está hecho con manteca de cacao. Yo me quedaría siempre con el negro, aunque sea más amargo.

-¿Cuál sería la cantidad recomendable?

-Depende mucho. Hace unos años se hizo un estudio en el que se dio durante varios días 6 gramos diarios de chocolate blanco a un grupo de personas con hipertensión moderada; seis gramos de chocolate negro a otro, y nada al último grupo. Se comprobó que aquellos que habían ingerido el negro lograron que la tensión les bajara un poco.

-A la hora de comprarlo, ¿cómo saber cuál es el mejor o el más beneficioso?

-A más cantidad de cacao en su composición más saludable porque habrán añadido menos cantidad de azúcar. También es importante fijarse en la procedencia -el original viene desde Latinoamérica aunque la mayoría del cacao se elabora en África- y el grado de fusión. Una forma más fácil sería probarlo: un buen chocolate nunca debería quedarse pegado en las manos. Además, es el único alimento que se derrite en la boca.