Después de más de 40 años realizando los mismos gestos en su puesto del mercado, a Pilar Roibal le empezaron a fallar los músculos. Lo que antes hacía rápidamente y sin pensar, empezó a ser algo trabajoso e imperfecto: el Parkinson que padecía comenzaba a manifestarse. Esto fue en 2006. Hoy día Pilar, al igual que otras personas, ha encontrado en la Associació Balear de Parkinson un lugar en el que informarse, acudir a rehabilitación, realizar distintas actividades o compartir experiencias.

Su marido, Sebastià Serra, explica que la dolencia que padece Pilar se denomina Parkinson Plus y su principal característica es la rigidez muscular que va impidiendo a los afectados la realización de las tareas más simples desde caminar a sujetar un objeto. Sebastià es el cuidador principal de Pilar. Sus hijas trabajan y le ayudan por las tardes para que él pueda descansar. La dedicación que necesita su esposa es completa, pero sólo recibe 275 euros de ayuda. Sebastià dice que se habla poco sobre el Parkinson. Que la gente cree que es cosa de ancianos pero él conoce casos de personas de 35 que lo padecen.

Para las más de 1.600 personas diagnosticadas de Parkinson en Balears, apenas hay recursos específicos. Cuenta Pedro Femenias, vicepresidente de la Asociación, que ésta se creó en 1991 gracias a la iniciativa de ocho personas. "Al principio dábamos información y orientábamos a los afectados y poco a poco empezamos a ofrecer una serie de actividades".

Además de los servicios de logopedia, trabajo social o psicología, los usuarios pueden acudir a distintos talleres de danzas, relajación o manualidades, todos ellos diseñados para que los enfermos ejerciten sus músculos y trabajen la coordinación. Tampoco se olvidan de los cuidadores a los que ofrecen formación y apoyo psicológico y actividades de respiro. Algunas de estas actividades están financiadas por el Consell de Mallorca. Explica Femenias que la Obra Social de Sa Nostra les apoya cada año subvencionando alguno de sus proyectos

. La enfermedad de Parkinson es un transtorno neurológico crónico. De evolución lenta, afecta al sistema nervioso central y se caracteriza, principalmente por la pérdida del control del movimiento, la rigidez muscular y problemas en el equilibrio y la coordinación. También pueden darse dificultades en el habla. Explican Sebastià Serra y Pedro Femenias que con frecuencia los enfermos padecen también depresión y apatía.

El tratamiento farmacológico ayuda a mejorar la evolución de la patología al igual que la actividad física específica. Sin embargo, comentan desde la Asociación que no hay recursos específicos dentro del sistema sanitario público. Tampoco se cuenta con ningún centro de día. En este sentido Serra recuerda que en la pasada legislatura la residencia de Son Güells se iba a dedicar a los enfermos de Parkinson, pero que finalmente no ha sido así y se acoge a personas con diferentes enfermedades degenerativas.

La crisis económica está afectando especialmente a entidades como la Associació Balear de Parkinson, ya que se ven en grandes dificultades para recibir subvenciones públicas y poder pagar al personal. "Nosotros tenemos un presupuesto de unos 65.000 euros. Desde el Govern se nos dijo que este año recibiríamos un 15% menos, pero al final nos han concedido la mitad que todavía no hemos recibido. Hay que agradecer a los profesionales que están aguantando sin cobrar", explica Femenias.

La situación es tan grave que se han llegado a plantear reducir servicios, aunque de momento no se han visto obligados a ello. En este sentido cabe destacar que los socios están aportando una cuota extra para que las actividades de la asociación sigan adelante. Femenias lamenta que tenga que ser así por que sabe que muchas personas cobran una pensión muy baja. "Aquí vienen una media de 50 personas diarias. Es el único sitio al que pueden acudir y este trabajo debería hacerlo el Govern", reflexiona Sebastià Serra.