Desde que ha ganado el Premio Nobel, Mario Vargas Llosa ha visto su rutina de trabajo "saltar por los aires", pero espera que sea una situación transitoria, porque quiere volver pronto a ese "placer supremo" de la literatura y proseguir con su sueño de "escribir buenas novelas".

"A mí me encontrará la muerte con la pluma en la mano", dijo ayer el escritor, en una multitudinaria conferencia de prensa en Madrid, en la que habló de su hueva novela, El sueño del celta (Alfaguara), y de cómo ha cambiado su vida tras la concesión del Nobel de Literatura, el pasado 7 de octubre.

A Vargas Llosa le dan "envidia los escritores que tienen vidas interesantísimas, infernales, demoníacas", pero no es así la suya. A él le gusta su rutina de trabajo, pasar horas en las bibliotecas, cultivar la amistad y escuchar música clásica.

Su nueva novela está protagonizada por un personaje "fascinante", "visionario", "mitad héroe, mitad hombre normal", que fue uno de los primeros europeos en denunciar la atrocidades cometidas por el colonialismo en el Congo y en la Amazonía. El escritor comentó que ha respetado los hechos básicos de la vida del protagonista, Roger Casement, pero también ha inventado mucho. "Yo sólo miento cuando escribo novelas", apuntó.

Durante su comparecencia, también cargó contra el nacionalismo: "Al nacionalismo hay que combatirlo de una manera sistemática y enérgica. Si se escarba en las raíces del nacionalismo hay una actitud discriminatoria que conduce a la violencia", aseguró Mario Vargas Llosa.

Para el Nobel de Literatura, el nacionalismo es una "plaga que ha llenado de sangre la historia" y ha conseguido que en América Latina "vivamos desunidos".

El novelista también consideró que mientras Argentina "no deje atrás" el peronismo, una experiencia que el autor peruano definió como "fundamentalmente populista", ese país "no despegará" y "no recuperará" la posición que tuvo en el pasado.

Fiel a su palabra de que seguirá opinando con la misma libertad e independencia de la que siempre ha hecho gala, se refirió a algunos de los últimos acontecimientos de la política internacional. Así, se pronunció sobre cuestiones que iban desde los resultados de las elecciones estadounidenses a las brasileñas.

El autor de Pantaleón y las visitadoras aludió a las elecciones celebradas el pasado domingo en Brasil y confió en que la presidenta electa, Dilma Rousseff, ponga en práctica una política internacional "menos complaciente" con las dictaduras que la llevada a cabo por su antecesor, Lula da Silva, según el novelista.

Y al ser preguntado sobre si cree que los resultados de las elecciones legislativas estadounidenses, con un notable avance de los republicanos en la Cámara de los Representantes, ponen en peligro la democracia en ese país, el autor señaló tajante: "No creo que la democracia esté en peligro". Los resultados son "menos dramáticos de lo que se esperaba", precisó Vargas Llosa, que sí consideró que la Administración de Obama va a tener "más dificultades para mantener el programa de reformas".