literatura

Ana María Matute lega a la Caja de las Letras del Cervantes su ´Olvidado Rey Gudú´

efe. Madrid.

Ana María Matute legó ayer a la Caja de las Letras del Instituto Cervantes Olvidado Rey Gudú, el libro que siempre quiso escribir, y con el que le gustaría que la recordaran dentro de veinte años, cuando se abra el cajetín de seguridad cerrado ayer hasta entonces por decisión de la escritora.

De esta manera, la académica de la Lengua se convierte en la primera mujer que deposita su legado en la Caja de las Letras, donde los escritores Francisco Ayala, Carlos Edmundo de Ory, Antonio Gamoneda y Juan Gelman tienen depositado ya el suyo, y el mismo permanecerá custodiado en la sede central del Cervantes hasta el año 2029.

En esa fecha se abrirá la caja de seguridad número 1.526 de la antigua cámara acorazada del banco en la que ayer por la mañana se depositó el legado de la escritora, a la que la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, le entregó una llave simbólica y un certificado acreditativo del depósito.

Matute (Barcelona, 1926) aseguró que en la caja de seguridad había depositado el libro que siempre quiso escribir y por el que le gustaría que la recordaran, ya que en él que se siente representada con sus ángeles y sus demonios; "es un trozo de mí misma", dijo.

"Es un libro mágico, como la vida misma", afirmó la ganadora de Premios como el Nacional de las Letras, el Planeta o el Nacional de Literatura y el de Crítica, y lo comparó con cuando nació su hijo, pues no pensaba que era fruto del amor entre ella y su marido, sino "un milagro".

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