Las Balears como cruce en el mar, más cerca de Argel que de Madrid, que pertenecen al Estado español pero hablan en otra lengua, le sirve de metáfora al crítico de arte de The New York Times George Stolz para hermanar circunstancias: que la muestra de cinco artistas de la isla, In Flux, se ubique en el corazón de Brick Line, otro cruce de caminos entre el mundo de los negocios y el barrio antaño obrero, y ahora centro neurálgico del arte de vanguardia de Londres, con sesgo callejero. Marian F. Moratinos, Mónica Fuster, Pep Guerrero, Teresa Matas y Amparo Sard son los cinco artistas, elegidos por Eva Shakouri, comisaria junto a su hermano Amir, de este viaje que juega con los conceptos del movimiento de Heráclito, y que ha sido apoyado por el Institut d´Estudis Baleàrics. Hoy, a la misma ahora que los puestos callejeros de ropa de segunda y tercera mano, reciclada y recosida, abrirá sus puertas, con la presencia testimonial, "y de apoyo a los artistas", de Maria Antònia Munar; de Sebastià Serra, director del Institut d´Estudis Baleàrics; de su coordinador general, Antoni Planas, y del proyecto, Margalida Vidal.

Las obras, esculturas y objetos pintados de Marian F. Moratinos y Pep Guerrero, respectivamente, se sitúan en un espacio fabril cuyas aristas sirven para esquinar al espectador que dando la vuelta se encontrará con la instalación de Teresa Matas, Dejar huella, la única pieza inédita de esta colectiva. En otro recodo del espacio, una parte de la exposición Traç, que creó Mónica Fuster para la Fundació Miró en el 2006: se trata de sus diversas propuestas acerca de la traslación del dibujo al espacio, bien sobre las planchas de metacrilato con iluminación sincronizada, bien a través de su grabados y, por último, de las tres videoproyecciones sincronizadas. Con el blanco rotundo de los papeles perforados de la serie La mujer mosca, de Amparo Sard, y el vídeo Con el agua al cuello, se invita al espectador a entrar en la Old Truman Brewery.

Guerrero les hará jugar al futbolín con su fútbol de mesa, inventado por un español, Alejandro Finisterre. Marian Moratinos les pondrá en contrapunto a través de sus esculturas pintadas, vigas y cubos, realizadas para la exposición en la 511 Gallery de Nueva York.

Con un presupuesto que alcanza los 70.000 euros, el Institut d´Estudis Balearics pretende "aprovechar esta ocasión estratégica de ofrecer esta muestra de arte emergente de estos cinco artistas de probada solvencia", indicó ayer Sebastià Serra.

Mientras, en el hangar vecino las camisetas en venta giran sin parar en un carrusel, se guiñan el ojo los conceptos que funden en este In Flux, que es dispar en sus propuestas y común en su espíritu de movimiento. El arte nace para ser querido más allá de la cabeza que lo crea. La colectiva de los cinco artistas elegidos por Eva Shakouri estará en este Brick Lane de cruce hasta finales de mayo. La idea es llevarla, más adelante, a otro lugar neurálgico de la cultura contemporánea, Berlín.