Abril de 1801. Melchor Gaspar de Jovellanos llega a la isla para iniciar su destierro. Condenado como si de un criminal se tratase, el escritor asturiano se dispone a vivir los años más duros de su vida. "Pero su personalidad le hizo convertir sus días de encarcelamiento en una rica experiencia cultural llegando a establecer una relación muy íntima con Mallorca y su gente". Ayer, en la Cartuja de Valldemossa se iniciaron los actos de conmemoración del segundo centenario de la liberación del ilustrado. Unos actos presididos por la regidora de Cultura, Patrimoni i Política Lingüística de Palma, Nanda Ramón, y una delegación de Gijón encabezada por el regidor de Cultura, Justo Villabrille.

Dos siglos después, poco ha cambiado en el paisaje de Valldemossa que Jovellanos descubrió por primera vez. "Llegó a enamorarse de las construcciones que veía desde la ventana de su celda. La arquitectura simple, en constante armonía con el entorno y de la que posteriormente haría referencias en multitud de memorias y diarios", explicó Concepció Bauzà a los asistentes durante su recorido por los lugares donde el jurista pasó parte de su cautiverio. El Claustro de Santa María, la Torre de Defensa... estancias en las que Jovellanos decidió unirse a la rutina de los Cartujos y ganarse así su confianza. Gracias a ellos, accedió a multitud de libros y conoció a otros ilustrados como Isidoro de Antillón.

"Es emocionante visitar el lugar donde empezó a escribir la Memoria sobre la educación pública. Conocer cómo se desenvolvía y cómo se adaptó a la situación es una experiencia única y de agradecer", aseguró Villabrille.

Pero su estancia en el convento se acabó pronto. Desde Madrid ordenaron su traslado al Castillo de Bellver (donde permaneció hasta mayo de 1808), tratando así de endurecer su castigo, "pero logró tener secretario, cocinero y hasta capellán", subrayó Ramón.

Tras la visita por la Cartuja y un concierto a cargo de la Schola Gregoriana de Mallorca, se presentó el libro Jovellanos. Poema Dramático, de Joaquín A. Bonet.

Hoy continúan los actos conmemorativos en Bellver.