Sus cuadros se atreven a abandonar tímidamente el gesto, la pincelada automatizada, para geometrizarse sobre colores que vibran sobre la tela o el papel.

Ramon Canet vuelve a una galería privada mallorquina tras permanecer quince años alejado de ellas. Esta vez su amigo Joan Melià ha reunido 20 pinturas de los dos últimos años en una sala inaugurada el pasado día 24 en Alcúdia, en la calle Castellet. La muestra estará abierta hasta el próximo 5 de enero.

Las pinturas vinílicas del artista se van esquematizando cada vez más, de tal manera que "se asemejan a los cuadros minimalistas, sólo que yo sigo sin abandonar ningún recurso pictórico". Las líneas que traza son cada vez más rectas, pero en ellas se sigue apreciando el proceso de realización artístico, la intervención humana. "Se nota que son piezas que no ha fabricado una máquina", apunta. A pesar de tender a formas geométricas y ordenadas, el artista confiesa que hay momentos en los que se siente agotado en ese orden y necesita "repartir brochetazos limpios con el pincel".

Hace 20 años estableció como base de su pintura el expresionismo abstracto americano. Cuando se decide a engendrar una obra, primero la plasma en tamaño reducido para después dejarla crecer. Si se hace mayor, Canet le busca el formato y el material más adecuados ya que en función de éstos adopta una composición u otra. Los elementos que predominan en sus cuadros son muy sencillos, "pero contienen profundidad". A la hora de trabajar, confía mucho en su intuición, pero "ésta debe ser razonada". En el muestrario aportado a la galería hay dos collages, "que es una técnica relativamente joven en la que me interesa continuar trabajando". Los colores que utiliza son el azulón intenso, el negro, el rojo y el blanco; todos ellos tonos básicos de la paleta.

Desdeña el arte excesivamente evidente, le parece panfletario. "Lo realmente comprometido con la sociedad es la belleza, que es lo más revolucionario".

Inseguro, cuenta que se ha lanzado al mundo de la escultura, pero que todavía no ha expuesto ninguna de sus piezas. Las tiene que dejar reposar. Las figuras que compone vienen a ser sus pinturas en tres dimensiones.

En estos momentos, Canet está preparando cuadros para otra exposición que será en agosto en Santander. Antes de esa fecha, le gustaría parar en Madrid para admirar la ampliación del Museo del Prado y las obras del siglo XIX español.