Casi como un despropósito. Steve Afif no lo oculta. "Pinto por frustración. Si hubiera tenido un idioma propio hubiera sido escritor porque siempre me ha atraído más el mundo literario que el visual". Aún así este hombre, nacido en Alejandría, escribe su vida en los cuadros. "Nunca he sido capaz de tener un lenguaje. El afán de cualquier pintor de ser coherente estilísticamente, a mí no me ha ocurrido. Pienso que tener un lenguaje te restringe. Quizá se deba a mi biografía".

Una sucesión de historias -"me gustaría que dialogasen entre ellas", apunta Afif- se suceden en cuadros de pequeño formato: el genocidio de los judíos por los nazis -"mi vida está profundamente marcada por ello, aunque mi familia no sufrió directamente la persecución"-; las mujeres -"me gustan mucho", subraya-.

Las reducidas dimensiones de sus 66 cuadros obedecen a su necesidad de "comunicar rápido" o como enfatiza "la urgencia del no pensar, de ser inmediato, de recurrir a habilidades que tengo".

Sobria paleta

Una paleta de tonos muy sobrios, sin concesión al color. "El blanco y el negro ha creado mi angustia. Cuando veo películas de la II Guerra Mundial en color es que no me lo creo", comenta.

A Mallorca llegó en 1968, aunque él asume ser un nómada, "ahora más espiritual que antes".

Afín a las referencias literarias de autores como Kafka, Saul Bellow, también se hermana con la religión -es judío sefardí que tuvo que huir de Egipto cuando Rohmer estaba a las puertas del país, se trasladaron a Londres-. Steve Afif es hijo de su siglo con todo el peso que eso significa.

"Cuando llegamos a Londres estuvimos refugiados en casa de unos supervivientes de un campo de concentración. Yo tenía 14 años y escuchaba aquellas historias. El ambiente era muy opresivo", relata. Esa atmósfera surge en sus lienzos quizá como quien se sacude los demonios.

Afif expuso dos años atrás sus esculturas. La escritura la deja para la intimidad. "No tengo una lengua aunque hablo dos o tres idiomas. Para escribir necesitas una sola voz y ésta se manifiesta en la lengua", opina.